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ANTE EL DOLOR: NUESTRA ORACION   “Yo dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde que se refugiará en el nombre Del Señor…” (Sof.3, 12) Así suena la promesa de Dios a su pueblo en momentos de mucha dificultad y prueba. No le promete riquezas, ni poder, pero si cuidado y la seguridad mas grande que podamos encontrar:” se refugiará en el nombre del Señor…”

Hoy todos los que habitamos esta Bendita Tierra, pedimos esto. El dolor compartido con tantos hermanos nuestros se hace más llevadero, y no se puede expresar con palabras, un dolor grande que hirió a sus habitantes, que golpeó muchos hogares. Nos somos importantes, ni poderosos, ni nobles, pero queremos ser un Pueblo de Dios, queremos que la fuerza de los que sufren y la nuestra sea una mirada bondadosa en el dolor. Hoy le pedimos al Señor que nos abrace porque este Pueblo quiere seguir caminando y luchando. Hoy le pedimos al Señor que nos consuele, pero no para resignarnos, sino para que nos ayude a ponernos de pie, en camino, bajo se mirada de Padre. Pero también como Pueblo pedimos al Padre, que este Pueblo no sea burlado por ninguna astucia, ni que se saque ninguna ventaja para beneficio propio. El dolor es grande y con esto no se puede jugar, los que tienen responsabilidades deben ponerse a la altura de las circunstancias y asumirlas. Y así afligidos, este Pueblo reza junto. Que nuestra oración sea escuchada para el descanso eterno de tantas vidas arrancadas por la naturaleza y por la irresponsabilidad. Que nuestra oración traiga consuelo a las familias que sufren, que siga fortaleciendo a tantos hombres y mujeres de nuestra Patria que ayudaron, porque nuevamente el PUEBLO SALVO AL PUEBLO. Que nuestra oración despierte a nuestra Patria para que no ponga su esperanza en los poderosos, sino en el Señor. Cordialmente Carlos A. Pina Diacono