FALLO DE UN JUICIO ORAL
El hecho materia de este debate en un Tribunal local había ocurrido en la Unidad 30 del SPB en enero de 2015. En medio de un tumulto, el agresor mató a la víctima al asestarle con una faca un puntazo en el pecho. Para cuando cometió ese crimen, el encausado estaba preso cumpliendo una condena por otro asesinato. Fue por eso que en este juicio le dictaron una pena única de veinte años de prisión, después de que por asesinar al interno los jueces lo condenaron a diez años de cárcel.
El asesinato de un recluso que en enero de 2015 se produjo en la Unidad 30, la cárcel del SPB que está en General Alvear, se tradujo durante un juicio en un tribunal azuleño en la condena para otro interno, informaron ayer voceros judiciales.
Por ese hecho, al encausado le fueron impuestos diez años de prisión y otra pena, de tipo única, de veinte años de cárcel, teniendo en cuenta un antecedente que registraba y por el que estaba preso, relacionado con otro asesinato que cometiera en abril de 2011 en una ciudad del conurbano bonaerense.
Escenario de este juicio fue el Tribunal Oral en lo Criminal número 2, después de que a ese debate llegaron acusados también del crimen seis presos más, tres de los cuales fueron sobreseídos y los demás, absueltos.
El martes que pasó, en la sala ubicada en el segundo piso del Palacio de Justicia local, se anunció el veredicto de este juicio.
Gustavo Abudarham, Alejandra Raverta y Carlos Pagliere (h), por unanimidad, condenaron por el asesinato de otro recluso a las penas ya referidas a un joven que tiene 26 años y se llama Juan Manuel Moyano Ríos.
Oriundo de San Martín, ciudad ubicada en el Gran Buenos Aires, fue hallado autor del delito de homicidio simple, según se indicó en el dictamen donde el primero en votar a todas las cuestiones que se plantearon fue el juez Abudarham.
Un puntazo con una faca
El 7 de enero de 2015 la cárcel de varones que está en General Alvear se convirtió en escenario del crimen materia de este debate llevado a cabo en el TOC 2 local.
De acuerdo con lo mencionado en el fallo, alrededor de la hora 19 de ese día quedó probado que Moyano Ríos asesinó a otro interno, que se llamaba Cristian Fabián Mercau.
El hecho se registró en medio de “un gran tumulto” que protagonizaron varios reclusos, incidente que estuvo localizado “en el interior de la nave del pabellón 3, sector 1, de la Unidad Penitenciaria N° 30 de Generral Alvear”.
Los testimonios y otras pruebas citadas en el juicio sirvieron para conocer que Moyano Ríos, que estaba alojado en la celda 7 del mencionado pabellón, “munido de un elemento punzocortante de fabricación casera agredió a Cristian Fabián Mercau, que oficiaba como uno de los internos ‘limpieza’” en ese sector del penal, “provocándole una herida en zona paraesternal de la parrilla costal derecha, a la altura del corazón y los grandes vasos, la que perforó el ventrículo derecho del miocardio y el parénquima pulmonar derecho, que le provocó una hemorragia severa y shock hipovolémico, ocasionándole paro cardíaco irreversible y el óbito”.
“Recuerdo que estábamos haciendo actividades de salida de internos y sonó un silbato que indica problemas en el pabellón. Acudí al lugar y vi que había un tumulto de gente, una pelea de internos”, contó uno de los guardias del penal que declaró como testigo en este juicio.
“Hubo una riña de internos. Me contaron que fue un amontonamiento de gente y que salió un interno con manchas de sangre en la remera y no más que eso. En el tumulto salió este muchacho lastimado”, agregó.
La víctima, ni bien resultó lesionada, fue trasladada a la enfermería del penal y después al Hospital de General Alvear, el centro asistencial donde finalmente se produjo su deceso.
Cuando Juan Manuel Moyano Ríos fue imputado ese día como uno de los probables autores de este asesinato, en una de sus manos se hallaron manchas hemáticas, las que para los jueces que ahora lo condenaron en esta primera instancia resultaron “altamente probables, prácticamente rayanas con la certeza -concluyó el magistrado Abudarham en el fallo- que fueran producto de cuando la tomó del cuello a la víctima para luego infringirle la agresión”.
Más versiones
Otras versiones de testigos escuchadas en el juicio indicaban que el agresor tomó al preso por el cuello, desde atrás, y después lo apuñaló “en el estómago”.
Ni bien el recluso resultó herido de un puntazo, comenzó a caminar por el pabellón del penal donde este incidente ocurrió, al mismo tiempo que “despedía sangre por la boca”.
Uno de los presos que declaró en el debate contó que el día en que este homicidio se produjo había visto “cómo un grupo estaba agrediendo a Mercau”.
“No me acuerdo quiénes lo estaban agrediendo. Le estaban pegando. Había un griterío. Estaba parado cuando le pegaban. Se le había salido una zapatilla. Cuando nos engoman, a él se lo llevan caminando. No lo vi lastimado. No le vi sangre en ningún lado. Al rato me enteré que había fallecido. En ese momento estaban todos con ponchos, con una manta en el brazo. Lo estaban agrediendo con las mantas en la mano”.
“De los que atacaban a Cristian, varios tenían elementos punzantes. Hubo una requisa después, pero yo no estaba. Cristian Mercau no tenía faca, nada. Cuando salió caminando dijo ‘estoy lastimado’”.
Los otros imputados que tuvo en principio esta causa señalaron a Moyano Ríos como el autor del crimen.
“Él era el que tenía la faca cuando entró la policía y tiró un tiro y todos corrimos para atrás y él quedó trenzado peleando con el muchacho que falleció”, sostuvo uno de esos presos.
“Lo único que ví era eso. Un montón le venían pegando, vi al de la celda siete que tenía una faca y le dio un puntazo”, declaró otro de los reclusos.
“Se quedan peleando estos dos muchachos solos, el de la siete cuyo nombre no lo sé y el pibe que murió. Cuando tienen la policía encima, el pibe le da una puñalada y sale corriendo para el fondo y tira un cuchillito de aproximadamente veinte centímetros adentro de la celda 17, que es mi celda”, contó otro de los internos.
El datoEl antecedente condenatorio que Moyano Ríos registraba fue tenido en cuenta como una agravante a esas penas que en el Tribunal 2 le dictaron por este asesinato en la Unidad 30. El 15 de julio de 2016 había quedado confirmado el fallo por el que el encausado estaba preso cuando mató de un puntazo a otro recluso. En ese entonces, en el penal de Alvear cumplía una pena de doce años y seis meses de prisión como autor de un “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”, crimen que cometió en la ciudad de San Martín el 7 de abril de 2011. Ese antecedente penal computable se tradujo en el dictado en este juicio oral que se hizo en Azul de la ya mencionada pena única de veinte años de prisión para el recluso.
ABSUELTOS Y SOBRESEÍDOS
El representante del Ministerio Público Fiscal en este juicio desistió finalmente de acusar del homicidio a tres de los coimputados que también tenía esta causa penal.
Esos reclusos habían sido identificados como Andrés David Aleo Santillán (oriundo de Adrogué y de 32 años de edad); Daniel Ernesto Moyano Ríos (que tiene 31 años, nació en San Martín y es hermano del joven condenado por el crimen) y Guillermo Alberto Piñero Arévalo (de 35 años y nacido en Monte Grande).
Al no haber sido acusados del asesinato, finalmente los tres terminaron siendo absueltos por los jueces del Tribunal 2.
Además, en el mismo proceso Matías Sebastián Adra Campos (un quilmeño que tiene 26 años), Jonathan Emanuel Palavecino (oriundo de Pilar y de 31 años) y Gonzalo Ramiro RodríguezTachini (un uruguayo de 38 años) fueron sobreseídos “por no haberse acreditado su participación”en el asesinato.