SU EX PAREJA QUEDÓ
DETENIDA POR EL CRIMEN
Confirman que la mujer
hallada muerta en Chillar
fue asesinada
La mataron de un golpe en la cabeza
en el interior de un monte, en los
últimos días del mes pasado. El
acusado de este femicidio, descubierto
el jueves, fue indagado ayer en los
Tribunales de Azul y no declaró.
Así fue posible determinarlo a través
de la autopsia a la que el cadáver ayer
había sido sometido en Azul.
Ahora, acusada de este femicidio figura
la ex pareja de la víctima: un hombre
de 59 años de edad a quien fuentes
policiales y judiciales identificaron
como Luis Ángel Torres.
Anteayer, ni bien se produjo el hallazgo
del cadáver de la mujer -que tenía 52
años de edad y se llamaba Nancy
Beatriz González- personal policial
aprehendió al hombre, a quien
encontraron oculto en unos galpones
abandonados, en el interior de un
predio de la vecina localidad que
perteneciera a la Cerealera Azul.
En ese entonces, al entrevistarse con
los policías que después lo arrestaron
por orden del fiscal que está
instruyendo una causa penal por este
crimen, Torres admitió haber estado
con su ex concubina en el interior de
ese monte donde el cadáver había
sido hallado instantes antes.
Pero en todo momento negó haber
sido el responsable de su muerte,
deceso que asoció a otros motivos.
De todas maneras, las sospechas de
los investigadores hicieron que el
hombre quedara privado de la libertad
y que ayer en horas del mediodía fuera
traído a Azul para que el fiscal Luis
Palomares, ya con el resultado
preliminar de lo que fuera la autopsia,
lo indagara acusado del crimen.
En esa audiencia realizada en la UFI
13, según indicaron voceros judiciales,
Torres se negó a declarar y quedó
formalmente acusado del delito
homicidio calificado por femicidio y
alevosía.
En horas de la tarde de ayer el juez de
Garantías Federico Barberena, que
también está interviniendo en este
expediente judicial, convirtió en
detención a la aprehensión del acusado
de cometer un crimen por el que podría
ser condenado a prisión perpetua.
Buscada
Desde hacía varios días, en Chillar la
Policía estaba buscando a la mujer que
el jueves fue hallada asesinada en el
Monte Zabalza.
Desde la Subcomisaría que está en la
vecina localidad había sido su actual
titular, el subcomisario Rafael Ábalo,
quien inició la búsqueda de la mujer,
al llamarle la atención que había dejado
de verla tanto en la casa donde vivía
después de haberse separado del
hombre que ahora está acusado de
matarla como en otros lugares de
Chillar a los que González solía concurrir.
Iniciada esa búsqueda de oficio, se
informó a la UFI 1 de Azul -fiscalía a
cargo de la Dra. Neli Rosas- sobre las
tareas que en la vecina localidad
personal policial estaba llevando a
cabo para dar con el paradero de la
mujer.
Durante esos días, fueron varios los
lugares donde la mujer fue buscada.
El jueves pasado, en horas del mediodía
y en medio de una intensa lluvia, el
cuerpo de González fue encontrado en
el interior del Monte Zabalza.
Oculto en un hueco, el cadáver había
sido tapado con ramas y hojas. A pesar
de que fue asesinada a fines del mes
de julio, las condiciones climáticas
hicieron que el cuerpo estuviera en
buen estado de conservación.
La mujer tenía el pantalón y su ropa
interior a la altura de las rodillas, al
tiempo que la ropa con la que estaba
vestida en su parte superior estaba
como “desgarrada”, según había
indicado un vocero policial.
La autopsia realizada ayer no arrojó
como dato si antes de morir la víctima
mantuvo relaciones sexuales con quien
la mató.
El día del hallazgo del cadáver, a simple
vista podía observarse también un
moretón en su rostro. Y después, se
descubrió que presentaba un golpe
en el cráneo, traumatismo considerado
como la lesión que acabó con su vida.
Ese golpe le fue efectuado con lo que
los investigadores definieron como un
“elemento romo y contundente” que
hasta ayer no había sido hallado y,
según se sospecha, fue un palo o
un hierro.
Ante los policías que el jueves lo
aprehendieron, Torres reconoció que
había ido con su ex pareja hasta ese
monte donde la mujer fue asesinada.
También, dijo que tenían previsto tener
relaciones sexuales en el lugar, aunque
después indicó en ese testimonio -que
no puede ser tomado como un indicio
en su contra- que repentinamente la
mujer se descompensó y falleció en el
lugar.
Ante esa situación, el hombre contó
que se asustó, que tapó el cuerpo con
ramas y hojas y que después se fue del
lugar sin decirle a nadie lo que había
pasado.
El hecho de que a la mujer no la
reclamara nadie en esos días en los
que estuvo desaparecida pareció no
llamar la atención en Chillar, aunque
sí motivó que la propia Policía llevara
adelante una investigación por lo que
ahora es un crimen que, según se cree,
se produjo el 30 o el 31 de julio pasados.