CONDENADO POR LLEVARLE MARIHUANA A SU HIJO PRESO.
Un juez le impuso dos años de prisión en suspenso y una multa de 200 pesos al encausado: un jubilado que es discapacitado y se moviliza en silla de ruedas. El hecho ocurrió en mayo de 2016 en la Unidad 7, cuando el hombre había ido a visitar a su hijo preso y le llevó la droga.
Un hombre fue condenado en un juicio abreviado a dos años de prisión en suspenso y le impusieron el pago de una multa de 200 pesos, después de que en ese proceso fue hallado autor de una infracción a la Ley de Estupefacientes, informaron ayer fuentes judiciales.
De acuerdo con lo señalado en el fallo, el encausado -una persona discapacitada que se moviliza en silla de ruedas y tiene 69 años de edad- había querido ingresar marihuana en la Unidad 7. El hecho se produjo cuando, en mayo del año pasado, fue a visitar a la cárcel con sede en Azul a su hijo, que por ese entonces estaba preso en ese establecimiento penal.
El juicio abreviado se tramitó en el Juzgado Correccional número 2 con sede en los Tribunales de Azul.
Fuentes judiciales identificaron al hombre condenado en esta primera instancia como Héctor Oscar Alegre, oriundo de Rauch y con actual domicilio en esta ciudad.
El juez Héctor Torrens intervino en el proceso. Y condenó al jubilado a las penas ya referidas al considerarlo autor penalmente responsable de los siguientes delitos: tenencia ilegítima simple de estupefacientes en concurso ideal con tentativa de suministro de estupefacientes a título gratuito para consumo personal del destinatario, en su modalidad agravada por haber sido cometido en un lugar de detención.
Esos dos años de prisión de ejecución condicional y los 200 pesos de multa que el magistrado le impuso al hombre fueron coincidentes con las penas acordadas por las partes -la fiscal Laura Margaretic y la defensora Oficial Graciela Durán- en la previa a que fuera solicitada la realización de este juicio abreviado.
El hecho por el que el jubilado resultó condenado había ocurrido el 14 de mayo de 2016.
Según se mencionó en el fallo, Alegre había ido aquel día a ver a su hijo, que en ese entonces estaba preso en la Unidad 7, la cárcel de varones que tiene sede en Azul.
“Héctor Oscar Alegre, quien visitaba en esa ocasión a su hijo Héctor Alegre Andrada, intentó ingresar al sector donde se desarrollaría la visita, ocultando en su campera, dentro de un envoltorio cubierto de cinta, un trozo compacto de picadura de marihuana (cannabis sativa) con un peso total de 189 gramos y neto de 170,5 gramos, con el fin de suministrar dicha sustancia al destinatario de su visita y para consumo personal de éste, maniobra que fue detectada e impedida por el personal del Servicio Penitenciario que cumplía las funciones de requisa”, escribió el juez Torrens.
De acuerdo con declaraciones de testigos de lo que fue aquella situación -versiones que luego se incorporaron al expediente judicial que por lo sucedido se inició- cuando se quitó la campera al jubilado le quedó “entre la espalda y el respaldar de la silla de ruedas” el envoltorio donde llevaba la marihuana para su hijo preso, sustancia estupefaciente que fue incautada por los efectivos del SPB que en ese entonces lo estaban requisando en el penal.
El dato
La pena de prisión en suspenso por esta infracción a la Ley de Estupefacientes implicó que el juez que condenó al jubilado le estableciera como pautas de conducta, por el plazo de dos años, que fije residencia y se someta “al cuidado del Patronato de Liberados de la Provincia de Buenos Aires”.