| ||||||
El programa, con
"Gonzalo Rodriguez como cabeza visible y conocida, llego para entrevistar al
famoso Mario Vitette Sellanés, quien está acusado del "Robo del Siglo" al Banco
Río de Acasusso. El admite
su participación y dice que el botín supera los US$ 19 millones reconocidos
oficialmente. “Seré ladrón hasta mi muerte”, afirma.
“El hombre del
traje gris”, “El cerebro” o “El Uruguayo”. A Luis Mario Vitette Sellanes (57) no
le importa cómo lo llamen, siempre y cuando no le digan “chorro”. “Soy ladrón,
la-drón, porque uso habilidad y destreza. El chorro le pega a un viejo, a una
empleada por $200, sale a la calle a hacer cualquier cosa. Yo si entro a un
banco y veo a Carolina Píparo (la embarazada baleada en una salidera) con su
panza, me lleno de amor, jamás haría una salidera. Eso es de chorros”, se
presenta.
Pero Vitette
Sellanes no es cualquier ladrón. Fue uno de los líderes de la banda que
participó de uno de los golpes más espectaculares de la historia: el robo al
Banco Río de Acassuso, el 13 de enero de 2006, cuando cinco ladrones simularon
un asalto a la sucursal, fingieron una toma de rehenes para darse tiempo a
saquear 143 cajas de seguridad y finalmente se llevaron un botín
millonario navegando en gomones por desagües pluviales.
Por ese golpe,
del que se hace cargo públicamente en esta nota tras años de decirse inocente, y
por otras causas que se le unificaron, Vitette cumple una pena de 25 años de
prisión en un penal de extrema seguridad de General Alvear. Desde allí habla
telefónicamente con Clarín durante más de una hora. El fue el último
en ser condenado por el llamado “Robo del Siglo” –recibió la pena en un
procedimiento abreviado, sin debate– y no participó del juicio oral con el resto
de la banda porque fue detenido más tarde: huyó a Uruguay tras el golpe, volvió
a los dos meses y entonces cayó preso.
“Yo no iba a
juicio como mis compañeros porque no había suficientes pruebas contra mí. Los
demás estaban comprometidos. Ellos deberían haberme ‘limpiado’ (exculpado), me
podrían haber desvinculado del ilícito, decir que me había ido a España, y no lo
hicieron.
Ninguno tuvo
genitales. Nunca más los vi y no los quiero ver. Yo tuve que salir después
de años a hacerme cargo, por eso tengo el copyright del robo al Banco Río de
Acassuso, los derechos. Escribo y digo lo que quiero”, apunta.
A siete años del
golpe, el robo no es historia. Primero porque la totalidad del botín sigue sin
aparecer (ver recuadro). Después, porque hace unos 10 días Vitette fue condenado
en un juicio abreviado por haber robado joyas y 200.000 dólares en 2008,
mientras gozaba de salidas transitorias del penal. Finalmente, porque
puede llegar a recuperar la libertad en cuestión de días: su abogado,
Diego Storto, intenta que la Justicia nacional le aplique la ley de
extrañamiento (que habilita la expulsión de extranjeros al cumplir la mitad de
su condena), que le permita volver a Uruguay, su país natal.
Vitette estuvo
casado con dos mujeres. De la primera se separó y de la segunda, enviudó. Hace
20 años que vive en Argentina, donde tiene un prontuario que incluye robos
tipo “hombre araña”. Tiene dos hijos que viven en Uruguay y dos nietos. Se
dice hincha de Peñarol de Montevideo y de Racing de Avellaneda, equipo con el
que simpatiza porque un compañero de pabellón lo convenció.
“El Uruguayo”
está alojado en una sala de Sanidad de la cárcel porque sufre hipertensión.
Tiene televisor, baño y teléfono público a mano; también, anotadores para
escribir versos y sus memorias, diarios y un crucifijo de su papá, ya fallecido.
Ahí recibe a sus hijos, a su abogado y a su dentista (que además integra el
grupo musical Trovadores de Venus, con el que Vitette compuso una canción).
Además, abrió una cuenta de Twitter, donde escribe “versos satíricos” (como el
que escribió para esta nota, ver “Un verso...”), provoca y opina. En
@luisvitette se presenta como “Experto en inseguridad”.
En la entrevista
con Clarín, Vitette menciona con precisión artículos del Código Penal,
habla con ideas rápidas y un lenguaje directo. Cuando recuerda el golpe al Banco
Río destaca que le provoca “nostalgia y amor”. Y asegura que no estuvo de
acuerdo con la nota que dejó junto a sus cómplices al escapar del banco: “En
barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores”. No la
defiende: “Es una provocación, nos fuimos con la plata, es una tocada de
cola ¿para qué?”, remarca.
Enseguida se
ensaña con la mujer que, un mes después del robo, permitió identificar a toda la
banda: Alicia Di Tullio, despechada mujer de un integrante de la banda, Rubén De
la Torre, que la dejó por otra (ver Un plan...). “Esto se frustró por una
delación”, dirá Vitette. “La señora sabía que su marido era delincuente, tenía
que atenerse a las consecuencias; pero así, será delatora por el resto de su
historia. Yo no le fui infiel, yo estaba tomando mate con mi nieto y la
ligué de rebote por ella”.
Vitette asegura
que, a pesar de que tuvo dos empresas en la Argentina (una de informática y otra
de importación de aparatos cardiológicos), no sabe si le queda plata.
–El botín del
banco ¿dónde está?
–A veces sufro de
trastorno obsesivo compulsivo... me olvido. Voy a salir y no sé si tengo dinero.
No me acuerdo, soy gastador compulsivo, me gasté el dinero en caballos lentos
y mujeres rápidas. No sé dónde está la plata del robo al banco, hay que
preguntarles a los contadores. Igual, es más de la que dijeron en el juicio (19
millones de dólares).
–Pero si tenía
empresas y trabajo legal ¿por qué ser ladrón?
–Yo robo para
ser, no para tener. Para dejar una marca. Soy distinto, seguiré siendo ladrón
aunque no robe más, como el médico, como el periodista. Yo soy experto en
inseguridad. Si todos fuéramos médicos, sería muy aburrido el mundo. Igual hay
que estudiar para ser ladrón, saber de hidrodinamia, de cerrajería, de muchas
cosas. Acá, van los especialistas en seguridad a hacer cursos al exterior, traen
esposas de Brasil y acá se las abren con un sachet de mostaza.
–¿Y cómo
frenar la inseguridad?
–El Estado tiene
que hacer políticas de educación y dejar de hacer ostentaciones obscenas. No soy
de ningún partido político, pero en un verso ya le recordé a este Gobierno que
tiene un desaparecido.
“El Uruguayo”
agrega que sueña con su libertad porque no nació “para ser preso”, aunque en
total ya vivió 20 años entre rejas. Dice que quiere dar charlas en colegios de
su país. “Quiero explicarles a los jóvenes mi balance negativo, decirles que
estuve equivocado en la vida, que tengo una pelea interna con mi religión
católica. Pero que no tienen que cuidarse de mí, aunque seré ladrón hasta el día
de mi muerte. Hay que cuidarse de los chorros”, concluye.
|
29/4/13
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario