29/4/13


GONZALO RODRIGUEZ DE CQC EN LA UNIDAD 30: ENTREVISTAN A VITETTE SELLANES, DETENIDO POR EL ROBO DEL SIGLO AL BANCO RIO
Productores y periodistas del programa televisivo CQC están en estos momentos en la Unidad 30, la Cárcel de Máxima Seguridad del Servicio Penitenciario Bonaerense. El programa llego para entrevistar al famoso Mario Vitette Sellanés, quien esta detenido por el "Robo del Siglo" al Banco Río de Acasusso. El admite su participación y dice que el botín supera los US$ 19 millones reconocidos oficialmente. “Seré ladrón hasta mi muerte”, afirma.
El programa, con "Gonzalo Rodriguez como cabeza visible y conocida, llego para entrevistar al famoso Mario Vitette Sellanés, quien está acusado del "Robo del Siglo" al Banco Río de Acasusso. El admite su participación y dice que el botín supera los US$ 19 millones reconocidos oficialmente. “Seré ladrón hasta mi muerte”, afirma.
“El hombre del traje gris”, “El cerebro” o “El Uruguayo”. A Luis Mario Vitette Sellanes (57) no le importa cómo lo llamen, siempre y cuando no le digan “chorro”. “Soy ladrón, la-drón, porque uso habilidad y destreza. El chorro le pega a un viejo, a una empleada por $200, sale a la calle a hacer cualquier cosa. Yo si entro a un banco y veo a Carolina Píparo (la embarazada baleada en una salidera) con su panza, me lleno de amor, jamás haría una salidera. Eso es de chorros”, se presenta.
Pero Vitette Sellanes no es cualquier ladrón. Fue uno de los líderes de la banda que participó de uno de los golpes más espectaculares de la historia: el robo al Banco Río de Acassuso, el 13 de enero de 2006, cuando cinco ladrones simularon un asalto a la sucursal, fingieron una toma de rehenes para darse tiempo a saquear 143 cajas de seguridad y finalmente se llevaron un botín millonario navegando en gomones por desagües pluviales.
Por ese golpe, del que se hace cargo públicamente en esta nota tras años de decirse inocente, y por otras causas que se le unificaron, Vitette cumple una pena de 25 años de prisión en un penal de extrema seguridad de General Alvear. Desde allí habla telefónicamente con Clarín durante más de una hora. El fue el último en ser condenado por el llamado “Robo del Siglo” –recibió la pena en un procedimiento abreviado, sin debate– y no participó del juicio oral con el resto de la banda porque fue detenido más tarde: huyó a Uruguay tras el golpe, volvió a los dos meses y entonces cayó preso.
“Yo no iba a juicio como mis compañeros porque no había suficientes pruebas contra mí. Los demás estaban comprometidos. Ellos deberían haberme ‘limpiado’ (exculpado), me podrían haber desvinculado del ilícito, decir que me había ido a España, y no lo hicieron.
Ninguno tuvo genitales. Nunca más los vi y no los quiero ver. Yo tuve que salir después de años a hacerme cargo, por eso tengo el copyright del robo al Banco Río de Acassuso, los derechos. Escribo y digo lo que quiero”, apunta.
A siete años del golpe, el robo no es historia. Primero porque la totalidad del botín sigue sin aparecer (ver recuadro). Después, porque hace unos 10 días Vitette fue condenado en un juicio abreviado por haber robado joyas y 200.000 dólares en 2008, mientras gozaba de salidas transitorias del penal. Finalmente, porque puede llegar a recuperar la libertad en cuestión de días: su abogado, Diego Storto, intenta que la Justicia nacional le aplique la ley de extrañamiento (que habilita la expulsión de extranjeros al cumplir la mitad de su condena), que le permita volver a Uruguay, su país natal.
Vitette estuvo casado con dos mujeres. De la primera se separó y de la segunda, enviudó. Hace 20 años que vive en Argentina, donde tiene un prontuario que incluye robos tipo “hombre araña”. Tiene dos hijos que viven en Uruguay y dos nietos. Se dice hincha de Peñarol de Montevideo y de Racing de Avellaneda, equipo con el que simpatiza porque un compañero de pabellón lo convenció.
“El Uruguayo” está alojado en una sala de Sanidad de la cárcel porque sufre hipertensión. Tiene televisor, baño y teléfono público a mano; también, anotadores para escribir versos y sus memorias, diarios y un crucifijo de su papá, ya fallecido. Ahí recibe a sus hijos, a su abogado y a su dentista (que además integra el grupo musical Trovadores de Venus, con el que Vitette compuso una canción). Además, abrió una cuenta de Twitter, donde escribe “versos satíricos” (como el que escribió para esta nota, ver “Un verso...”), provoca y opina. En @luisvitette se presenta como “Experto en inseguridad”.
En la entrevista con Clarín, Vitette menciona con precisión artículos del Código Penal, habla con ideas rápidas y un lenguaje directo. Cuando recuerda el golpe al Banco Río destaca que le provoca “nostalgia y amor”. Y asegura que no estuvo de acuerdo con la nota que dejó junto a sus cómplices al escapar del banco: “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores”. No la defiende: “Es una provocación, nos fuimos con la plata, es una tocada de cola ¿para qué?”, remarca.
Enseguida se ensaña con la mujer que, un mes después del robo, permitió identificar a toda la banda: Alicia Di Tullio, despechada mujer de un integrante de la banda, Rubén De la Torre, que la dejó por otra (ver Un plan...). “Esto se frustró por una delación”, dirá Vitette. “La señora sabía que su marido era delincuente, tenía que atenerse a las consecuencias; pero así, será delatora por el resto de su historia. Yo no le fui infiel, yo estaba tomando mate con mi nieto y la ligué de rebote por ella”.
Vitette asegura que, a pesar de que tuvo dos empresas en la Argentina (una de informática y otra de importación de aparatos cardiológicos), no sabe si le queda plata.
–El botín del banco ¿dónde está?
–A veces sufro de trastorno obsesivo compulsivo... me olvido. Voy a salir y no sé si tengo dinero. No me acuerdo, soy gastador compulsivo, me gasté el dinero en caballos lentos y mujeres rápidas. No sé dónde está la plata del robo al banco, hay que preguntarles a los contadores. Igual, es más de la que dijeron en el juicio (19 millones de dólares).
–Pero si tenía empresas y trabajo legal ¿por qué ser ladrón?
–Yo robo para ser, no para tener. Para dejar una marca. Soy distinto, seguiré siendo ladrón aunque no robe más, como el médico, como el periodista. Yo soy experto en inseguridad. Si todos fuéramos médicos, sería muy aburrido el mundo. Igual hay que estudiar para ser ladrón, saber de hidrodinamia, de cerrajería, de muchas cosas. Acá, van los especialistas en seguridad a hacer cursos al exterior, traen esposas de Brasil y acá se las abren con un sachet de mostaza.
–¿Y cómo frenar la inseguridad?
–El Estado tiene que hacer políticas de educación y dejar de hacer ostentaciones obscenas. No soy de ningún partido político, pero en un verso ya le recordé a este Gobierno que tiene un desaparecido.
“El Uruguayo” agrega que sueña con su libertad porque no nació “para ser preso”, aunque en total ya vivió 20 años entre rejas. Dice que quiere dar charlas en colegios de su país. “Quiero explicarles a los jóvenes mi balance negativo, decirles que estuve equivocado en la vida, que tengo una pelea interna con mi religión católica. Pero que no tienen que cuidarse de mí, aunque seré ladrón hasta el día de mi muerte. Hay que cuidarse de los chorros”, concluye.

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