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Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados
Unidos por su
participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral
de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde,
el 4 de
mayo, en
En la prensa
del día anterior a la huelga, el 29 de abril de 1886, se podía leer: «Además de
las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los más
locos anarco-socialistas».
El 1° de mayo de 1886, 200.000
trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200.000 obtenían esa
conquista con la simple amenaza de paro.
Los
días 2, 3 y 4 se produjeron manifestaciones donde la policía reprimió matando e
hiriendo a un número desconocido de obreros.
En Argentina la cabeza visible de las
leyes laborales fue Juan Domingo Perón pero éste le debió a las batallas del
socialista Alfredo Lorenzo Palacios, las leyes laborales más avanzadas del mundo
occidental en su momento. En 1906, casi cuatro décadas antes del surgimiento del
peronismo, Palacios peleó por las leyes que reglamentarían el trabajo de mujeres
y niños. Establecía el descanso obligatorio antes y después del parto; se
prohibía el trabajo de menores; se creaban casas cuna donde las madres obreras
depositaran a sus niños para poder amamantarlos; se batallaba por la jornada de
ocho horas; se establecía el domingo como descanso obligatorio.
Muchos otras las leyes y beneficios
sociales otorgados por Perón fueron “copiados” de proyectos socialistas de
Palacios pero "la verdad es que -demagogia o no, aparte- la legislación laboral
se puso en práctica; las leyes dictadas por los viejos líderes socialistas se
hicieron cumplir y se agregaron otras nuevas. Dueño de un estilo oratorio
distintivo, sus discursos parlamentarios fueron verdaderos alegatos en defensa
del pueblo trabajador.
José María Alonso
Partido
Socialista
Frente Amplio Progresista
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1/5/13
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