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Las mujeres
embarazadas de bajos ingresos están interesadas en recibir mensajes de texto con
información sobre cuidados antes y después del parto. Así lo reveló una serie de
entrevistas realizadas en dos hospitales públicos de Santa Fe y Corrientes, y
cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista Reproductive Health.
“El celular forma
parte de la vida diaria de las personas y constituye una oportunidad para
mejorar la salud”, afirmó a la Agencia CyTA la nutricionista Gabriela Cormick,
miembro del Departamento de Investigación en Salud de la Madre y el Niño del
Instituto de Efectividad y Clínica Sanitaria (IECS), en Buenos Aires.
Cormick condujo
el estudio sobre 146 mujeres embarazadas de Rosario (Santa Fe) y Mercedes
(Corrientes). El 96 por ciento de ellas consideró “interesante” la idea de
recibir orientación a través de SMS, especialmente sobre cuidados nutricionales.
Las entrevistadas manifestaron también que querían información sobre cuidados
para prevenir complicaciones durante el embarazo; patologías congénitas,
hipertensivas e infecciones; lactancia materna y cuidados para la piel del bebé;
y situaciones en las cuales resulta conveniente llamar al médico.
El trabajo se
enmarca en un nuevo campo que se denomina Salud Móvil, el cual consiste
justamente en la utilización de la telefonía celular para usos relacionados con
la salud. Estrategias similares se han adoptado en Zanzíbar, Tanzania
(WiredMothers), en Estados Unidos (Text4Baby) y Serbia (Beba Dolazi), donde
mensajes de texto son enviados en diferentes etapas del embarazo a mujeres que
están subscriptas a programas específicos.
De todas formas,
Cormick reconoció que las personas que reciben los SMS necesitan tener un mínimo
nivel de educación para garantizar su comprensión. En este sentido, el estudio
evidenció que el 17 por ciento de la población entrevistada no había completado
su escolarización primaria.
Entre los
co-autores del estudio están la licenciada en estadística Luz Gibbons, los
médicos obstetras José Belizán y Fernando Althabe, todos miembros del IECS, así
como también la licenciada Alicia del Pino y colegas
de la Escuela de Salud Publica de la
Universidad de Tulane, en Estados Unidos. Contaron con el apoyo del National
Center for Minority Health and Health Disparities de Estados Unidos.
Enviado por
Agencia CyTA – Instituto Leloir. Por Bruno Geller
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24/5/13
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