20/8/13

LA ASOCIACION ESPAÑOLA FESTEJO SU 125° ANIVERSARIO
 
 El acto protocolar se realizó en la noche del sábado en el hall del Cine Teatro Español y contó con la presencia de autoridades, invitados especiales, socios y vecinos. Hubo descubrimiento de placas alusivas. La única oradora fue la Presidente de la institución Zulema Pena.            

La Asociación Española de Socorros

 Mutuos de General Alvear celebró,


 el sábado por la noche, su 125°

aniversario con un acto protocolar y

posteriormente números artísticos

 en el salón del Cine Español.
 
Pasadas las 20 horas, y ante un

 h
all colmado de público, entre ellos

 autoridades, invitados especiales,

socios y vecinos, Rubén Fondado

 llevó adelante la ceremonia que se

inició con la lectura de notas

recibidas ante tan importante

fecha. Luego se procedió al

descubrimiento de dos placas

recordatorias. La primera de ellas

fue descubierta por la presidente d


e la institución Zulema Pena y

socios de la Española. El

descubrimiento de la segunda placa

estuvo a cargo del Intendente

Municipal Dr. Luis Alejandro Cellillo

y la Presidente del HCD. Hurí

Graciela Piedrabuena. La invocació

n litúrgica y bendición fue realizada

 por el Padre Martín Bourdette. A

continuación se dio lectura a la

designación del socio José María

Cordido “Chiche” como vitalicio. Al

 no estar presente se le entregará

en el domicilio de Cordido la

documentación que lo acredita

como socio vitalicio y una estatuilla

 del Quijote de la Mancha. En la

parte final Zulema Pena se refirió,

mediante un discurso, a los 125

 años de la institución.

Discurso de Zulema Pena
 
Corría el año 1888. Hacía apenas 19 años que General se había fundado. Faltaba poco para que los rieles ferroviarios se extendieran desde Saladillo hasta nuestras tierras para darle a la región el impulso de progreso que el momento requería. General Alvear era uno de esos lugares donde los europeos habían venido a hacer su América, en especial los italianos y españoles. Todos ellos tenían en claro que la unión hace la fuerza, y en esos años en que el Estado estaba lejos de brindar servicios sociales, la conciencia de grupo, de pertenencia a una misma tierra que ahora estaba lejana, no los hizo dudar en crear sus propios núcleos de ayuda mutua. Los italianos se habían adelantado en formar su Sociedad  nucleando a todos los de esa nacionalidad, y los ibéricos entendieron que ya era el momento de crear la Sociedad Española, ese fue el nombre con el que nació el 15 de agosto de ese 1888 bajo la presidencia de Don Andrés López, y que con el tiempo se transformaría en Asociación.
 En los seis meses siguientes fueron organizadas las primeras Romerías en la quinta de Moya, y en menos de un año se adquiere el primer terreno, se alquila una casa, se contrata un médico y se instala una Botica. El camino estaba iniciado y nada impediría el crecimiento de la Asociación. Es así que antes de finalizar el siglo XIX ya se contaba con edificio propio, y cuando en el 14  Europa se encaminaba hacia una guerra, aquí, los españoles inauguraban su primer Cinematógrafo y lograban la personería Jurídica, incorporándose la asociación Española a las Entidades Mutualistas.
 Ya transformada en una de las Instituciones Medias más importantes de General Alvear, en 1940 se amplía y moderniza la Sala del Cine Teatro y se construye el Patio de Romerías. La casa inicial, aquella que posee hoy quizá la única esquina sin ochava de nuestra ciudad, es alquilada a un zapatero que supo hacer de su oficio un arte, el Sr. Pepe Ramos.
 Aquellos años encuentran a las Romerías como espectáculo central de la sociedad alvearense. Quien no recuerda haber ido a esperar a los grupos de gaiteros, con sus característicos nombres de “Los Celtas”, “Los Gavilanes de España”, “La Primitiva Eslava” “Los Monfortinos”, “Las Gaitas de Valladares”, y muchos más, que luego de hacer pie en el andén de la Estación, comenzaba a recorrer las calles inundando las tardes con su música y visitando la casa de las familias que venidas de Orense, Lugo, Málaga, León, Oviedo, Pontevedra, Vizcaya, La Coruña, y tantas otras provincias de la madre patria, sentían que su terruño estaba aunque sea por unos días un poquito más cerca.
 Y los años fueron impulsando el desarrollo de la cultura española dentro de la sociedad alvearense, algunas manifestaciones llegan hasta nuestros días, pero mucho se ha perdido de ese patrimonio cultural, y muchos hechos y recuerdos se marcharon con nuestros mayores.
 ¿Quién recuerda hoy que la tan difundida Soda Fittipaldi era elaborada con agua de nuestro molino del Patio de Romerías? ¿Quién recuerda hoy que los enfrentamientos con la Sociedad Italiana tuvieron momentos de gran tensión? ¿Quién puede imaginar que a comienzos de siglo XX no aceptaban la invitación de los Intendentes a participar en los actos del 25 de Mayo por considerar ofensivas algunas estrofas del Himno Nacional Argentino? ¿Quién puede imaginar las colectas de dinero para aplacar el hambre de la España en guerra? ¿Quién recuerda las disputas con la Municipalidad reclamándole la devolución de las lajas del cordón vereda?
 Pero si recordamos a Don Florentino Pacho manejando la Sala del Cine, a Don José Méndez en su labor incansable de controlar las instalaciones, a Adolfo Anido a cargo del kiosco, a Elda Depietri en su rol de Secretaria, a los innumerables y multitudinarios actos políticos llevados a cabo en el Prado Español.
 Camino al centenario de la Institución, se llevan a cabo grandes inversiones, como la restructuración total de la sala de Cine, nuevas maquinarias, nuevas instalaciones, y un crecimiento importante de socios, que llegaban a los 500.
 Con fin de siglo, vienen las multitudinarias Fiestas del Inmigrante, la Inauguración del Pasaje del Inmigrante, y 1997 nos encuentra con un Ballet de Danzas dirigido por la Profesora María Claudia Vitale, concentrando un importante grupo de bailarines que año tras año nos representaron en importantes Salas de nuestro país y del exterior.
 No todo se pudo conservar, pero el espíritu nunca se perdió. Ese espíritu visionario de sus dirigentes como Andrés López, Moya, Pío, Evaristo y Vicente Ortiz, Siones, Díaz Goyos, Molinuevo, Cavia, Antonio e Isidro Martínez, Carbonel, Orella, Villaverde, Cañibano, Velasco, Alonso, Carlos Cordido, Mario Lafuente, Rubén Fondado, y en especial el más emblemático de sus presidentes con vida, me refiero al Señor Enrique Fernández.
 Todo esto es la Asociación Española, quizá sea difícil entenderlo desde afuera, pero quienes tenemos el orgullo de continuar con la labor de mantenerla diariamente en pie, sabemos que en cada ladrillo levantado está el esfuerzo de generaciones de españoles y el invalorable acompañamiento de nuestra masa societaria.
 Quiero aprovechar la ocasión para agradecer a todos los Intendentes que en momentos de dificultades siempre estuvieron a nuestro lado brindándonos esa ayuda que a veces puede significar nada más ni nada menos que el destino de una Institución. A todos, muchas gracias.

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