Ante la realidad que inunda nuestro
medio y que es promovida sin medida por el consumismo nos preguntamos ¿qué
hacer? ¿Taparnos los ojos para no ver la realidad? ¿Buscar buenas excusas para
justificar su presencia y no darle mayor importancia a este "juego"? ¿Debemos
prohibirles a nuestros hijos participar en el halloween mientras que sus vecinos
y amigos se "divierten"? ¿Serían capaces los niños de entender todos los
peligros que corren y por qué de nuestra negativa a participar en esto?
La respuesta no es sencilla, sin embargo
creemos que sí hay algunas cosas que podemos hacer:
Lo primero es organizar una catequesis con los niños en los días
anteriores al Halloween, con el objeto de enseñarles el por qué
de la festividad católica de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, haciéndoles
ver la importancia de celebrar nuestros Santos, como modelos de la fe, como
verdaderos seguidores de Cristo.
En las catequesis y actividades previas
a estas fechas, es buena idea que nuestros hijos inviten a sus amigos, para que
se atenúe el impacto de rechazo social y sus compañeros entiendan por qué no
participan de la misma forma que todo el mundo.
Debemos explicarles de manera sencilla y
clara, pero firme, lo negativo que hay en el Halloween y la manera en que se
festeja. Es necesario explicarles que Dios quiere que seamos buenos y que no nos
identifiquemos ni con las brujas ni con los monstruos, pues nosotros somos hijos
de Dios.
Proponemos a los padres de familia una
opción para sus hijos, pues seguramente los niños querrán salir con sus amigos
en la noche del Halloween: Los niños pueden disfrazarse de ángeles y preparar
pequeñas bolsas con dulces, regalos o tarjetitas con mensajes y pasar de casa en
casa, y en lugar de hacer el "obsequio o truco" o de pedir dulces, regalarlos a
los hogares que visiten y que expliquen que entregan dulces porque la Iglesia
Católica tendrá muy pronto una fiesta muy importante en la que se celebra a
todos aquellos que fueron como nosotros deberíamos ser: los Santos.
Aunque este cambio no será sencillo para
los niños, es necesario vivir congruentemente con nuestra fe, y no permitir que
los más pequeños tomen como algo natural la connotación negativa del halloween.
Con valor y sentido cristiano, los católicos podemos dar a estas fechas, el
significado que tienen en el marco de nuestra fe.
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31/10/13
¿Debemos prohibirles a
nuestros hijos participar en el halloween mientras que sus vecinos y amigos se
"divierten"? ; Colaboración Viviana Villaverde
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