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Pero nuestra vida a veces está teñida con otros matices. A veces quisiera guardar en algún recipiente u otra cosa parecida, todas aquellas palabras que nos decimos en estos días, para poder usarlas durante todo el año, para poder lograr una mejor convivencia entre nosotros. Entonces aquí viene la siguiente reflexión.
El día 24 de diciembre estuve en el Hospital acompañando a un familiar que estaba operado, y cuando llegaron las 24hs. con gran tristeza comprobé cómo a veces no nos ponemos en el lugar del otro, ya que durante un largo rato detrás del Hospital y en otras cuadras a la redonda, explotaron unos fuegos de artificios que hicieron mucho estruendo y el ruido era ensordecedor. Entonces me pregunto: En un lugar donde hay enfermos… ¿no tendría que haber más respeto por ellos y sus familiares? Todos alguna vez hemos tenido o tenemos enfermos hospitalizados y sabemos todo lo que implica su cuidado. Para ellos la tranquilidad y la paz es fundamental, porque muchos tienen enfermedades terminales y estos y otros tipos de ruidos les afecta profundamente.
Con esta reflexión, no estoy queriendo decir que la gente no se divierta y no festeje, pero al hacerlo deberíamos tener más cuidado. Sé que esto puede parecer una ilusión o algo irrealizable, pero creo que no es imposible, todos deberíamos aportar algo de sí para una mejor convivencia, especialmente por aquellos que están internados en el Hospital.
Miguel Ángel Policani
L.E. nº 5.258.939
25 de Diciembre de 2013
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27/12/13
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