23/2/15

CASO MARISOL: FUERTES DECLARACIONES - Se quebró un policía y contó la trama del encubrimiento
Se trata de un teniente que escuchó la presunta negociación de un empresario con los jefes de la comisaría. El hombre habría sido amante de la maestra jardinera. El testigo dice que pagó un millón y medio de dólares para no ser acusado.

El teniente de la Policía Bonaerense Iván Urdaniz se quebró tres veces. Lloró, juró por el hijo, cuando no pudo más dijo. "Me arrepiento de todo." La fiscal Ana Medina no quiso saber. No estaba ahí para incriminarlo. Urdaniz se repuso. Pidió perdón por el espectáculo. Escuchó a los abogados del viudo Sergio Rachit.

–¿Usted cree que sus jefes directos pudieron haber participado en el encubrimiento del crimen de Marisol Oyhanart?

–Sí, porque tienen todas las armas para hacerlo, si quieren –contestó el testigo–. Son "fieras" con conexiones y conocidos en todos lados, por ejemplo pueden involucrarme a mí para que sea el culpable de cualquier cosa.

El jueves, el teniente Urdaniz ingresó a la sede de la UFI 1 de La Plata a las 10:30 de la mañana. Se retiró poco después de las 22:30. Más de 12 horas contestando preguntas.

Dijo que tiene 48 años y que 28 los pasó adentro de la fuerza. Explicó que ya no es personal operativo, culpa de un infarto que casi lo postró hace ocho años, y que en la comisaría de Saladillo es el favorito para hacer los mandados: preparar café, cebar mate, satisfacer cualquier pedido del jefe. Destacó que nunca lleva armas encima.
Recordó que alrededor de las 21 del lunes 14 de abril de 2014 el comisario inspector Darío Almendros le ordenó que lo llevara hasta la zona de taperas porque debían supervisar el comienzo del rastrillaje en busca de pistas de una mujer desaparecida. No se movilizaron en patrulla: Urdaniz manejó el Chevrolet Avio de su jefe.

Lo dejó sobre la calle Irigoyen y esperó. También dijo que ya en la madrugada del martes 15, vio que el hermano menor de la mujer que buscaban junto con otras personas había ingresado al sector de las taperas y que por ello, junto con otros dos efectivos de la Patrulla Rural, se les acercaron para preguntarles qué querían. En este tramo Urdaniz empezó a olvidar y se le debió recordar que Martín Oyhanart declaró, bajo juramento, que Urdaniz y el otro par de policías –una mujer y un hombre– le habían impedido a él y a un amigo ingresar al sector de las taperas para buscar a su hermana, indicándoles que ahí ya se había buscado.

El detalle no es menor porque en ese mismo lugar apareció a las 7:15 del martes el cuerpo de Marisol con rastros de haber sufrido saña (la causa de la muerte fue asfixia por compresión cervical).

De haber podido buscar, Martín hubiese encontrado antes a su hermana (si es que el cuerpo efectivamente estuvo siempre en ese lugar, algo que los abogados de la querella descreen).

Urbaniz también reconoció que en un momento dado, el comisario Almendros le ordenó volver (los rastrillajes se suspendieron a las 16 y se retomaron a las 19, 15 minutos antes del hallazgo del cuerpo) y que estando en la comisaría escuchó que el empresario estanciero L. C. (se reserva su identidad) era amante de Marisol y que "estaba vendiendo todo porque si no le iban a poner el celular de la víctima en su casa".

También escuchó que "se habían depositado y ya repartido un millón y medio de dólares para encubrir el homicidio",
Por último, Urdaniz contó que el comisario Almendros reunió a todo el personal y les prohibió que hablaran del caso Marisol porque tenían todas las líneas de la comisaría intervenidas.
«Gentileza: tiempo.infonews.com

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