Saladillo: citan a dos policías por el crimen de una maestra jardinera
El asesinato de Marisol Oyhanart.Deberán declarar luego de que un compañero reconociera que él y otros agentes interfirieron en la búsqueda de la familia.
El 14 de abril de 2014, cerca de las 15, la maestra jardinera Marisol Oyhanart (38) salió a caminar por las calles de Saladillo, a 180 kilómetros de la Capital Federal. Aprovechó que sus tres hijos estaban en el colegio para hacer un poco de ejercicio. Fue lo último que se supo de ella. A la mañana del día siguiente la hallaron muerta en las afueras de la ciudad: el cuerpo tenía golpes y signos de asfixia.
A más de 10 meses del crimen, la causa -que pasó por tres fiscales y tiene un imputado pero ningún detenido- pone la mira en el accionar de la Policía. Tras la declaración de un agente que trabajaba en la comisaría de Saladillo en el momento del asesinato, la fiscal platense Ana Medina citó a otros dos efectivos.
Fuentes del caso informaron a Clarín que se trata de un hombre y una mujer que participaron de la búsqueda del cuerpo junto a Iván Urdaniz, el policía que dio su testimonio el jueves. Según su relato, los tres le impidieron a un grupo encabezado por el hermano de Marisol que ingresara al lugar en el que luego apareció el cuerpo. "Ya rastrillamos ahí", fue la respuesta que dieron. Cinco horas después, la víctima era hallada en ese sitio. No se sabe si siempre estuvo ahí o si fue trasladada una vez muerta.
Los dos policías deberán presentarse en la fiscalía platense el martes 3 de marzo, por la mañana. Allí, podrán corroborar o desmentir la versión de su compañero, que coincide con la denuncia que hizo en su momento el hermano de la víctima. Los investigadores buscan saber si el accionar policial estuvo determinado por una orden de sus superiores o si se trató de una negligencia. Para la familia de Oyhanart hubo encubrimiento por parte de la Fuerza.
La citación se da luego de que trascendiera que Urdaniz había "confesado" que un empresario pagó una coima millonaria para encubrir su participación en el crimen. Sin embargo, fuentes consultadas por Clarín negaron esa versión. "Es mentira que se quebró. Lo único que dijo es que había escuchado eso en la comisaría. Lo mismo que ya le había dicho a un familiar de Marisol en una conversación por chat", explicaron.
El empresario involucrado reconoció días después del crimen que había sido amante de la víctima durante algún tiempo. Aunque su posible vinculación con el hecho todavía es analizada, hasta el momento no hallaron pruebas para relacionarlo con el crimen. "Es una línea de investigación que todavía está verde", admitió una fuente con acceso al expediente.
Hasta el momento el único imputado sigue siendo Jonathan Bianchi, un joven del pueblo con antecedentes por delito contra la propiedad, exhibicionismo y alguna causa vinculada a la violencia de género. Aunque continúa vinculado a la causa, su posible participación con el crimen parece desmoronarse: para los protagonistas de la causa no le da el perfil para ser el asesino.
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