Un nuevo sistema de contratos en el PAMI pone en peligro la atención de los jubilados
El flamante titular intenta bajar el déficit que tiene la entidad previsional, pero hay prestadores que no quieren firmar los nuevos planes.
Comenzó a regir el pasado 2 de mayo, en el PAMI, un nuevo sistema de contratos con clínicas y laboratorios que puso en alerta total a todos los prestadores, y que puede hacer peligrar el servicio a los jubilados.
Los problemas comenzaron en febrero cuando Carlos Regazzoni, el anterior interventor del PAMI, firmó contratos con laboratorios para la compra de medicamentos. Al hacerse cargo de la entidad el actual titular, Sergio Casinotti, revirtió esa decisión por problemas financieros.
El funcionario les mandó una carta documento a los mismos laboratorios diciéndoles que no iba a pagarles el acuerdo porque no había manera económica de hacerlo y que a partir de ahora regía un nuevo esquema con el sistema de cápitas.
De esta forma, las prestadores de servicios de salud quedaron sin contratos oficiales con la entidad y podrían negarse a atender a los pacientes.
Sólo el año pasado generó una deuda de 6 mil millones, ya dentro de la gestión de Cambiemos. Regazzoni había firmado contratos con laboratorios que generaron un déficit adicional de 200 millones de pesos por mes y multiplicó por 5 el costo de compras de medicamentos. El PAMI gasta el 32% de su presupuesto en medicamentos, o sea una cifra monumental. El nuevo titular decidió intervenir de fondo en los costos de laboratorios, internacionales e insumos. A todo ese paquete decidió bajarlo un 15% y pasarlo al sistema de cápita, que produjo mucho conflicto en los 90. De pagar por servicio, pagan un genérico. Según Casinotti, con auditorías fuertes, evitará los errores del pasado cuando el sistema de cápita generaba subatención a los jubilados. La polémica se da con los prestadores, que no quieren firmar el nuevo acuerdo. Dicen que el sistema de cápitas al costo que propone el PAMI es inviable, porque aducen que quieren discontinuar la atención a los abuelos.
El PAMI tiene un presupuesto anual de 120 mil millones de pesos, que provienen de la recaudación de los aportes jubilatorios. Es el equivalente a la quinta provincia argentina en tamaño o a todo el blanqueo que hizo el gobierno. Además, tiene la población de un país: 5 millones de afiliados. El instituto previsional está gastando 900 millones más por mes de lo que le ingresa por presupuesto. O sea, si sigue así, el déficit será de 10.800 millones.
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