3/5/17

Un nuevo sistema de contratos en el     PAMI pone en peligro la atención de         los jubilados

El flamante titular intenta bajar el déficit que tiene la entidad previsional, pero hay prestadores que no quieren firmar los       nuevos planes.
 Comenzó a regir el pasado 2 de mayo,  en el PAMI,  un nuevo sistema de contratos con clínicas y laboratorios que puso en alerta total a todos los prestadores, y que puede hacer peligrar el servicio a los jubilados.
Los problemas comenzaron en febrero cuando Carlos Regazzoni, el           anterior interventor del PAMI, firmó contratos con laboratorios para la         compra de medicamentos. Al hacerse cargo de la entidad el actual titular, Sergio Casinotti, revirtió esa decisión por problemas financieros.
El funcionario les mandó una carta documento a los mismos laboratorios diciéndoles que no iba a pagarles el acuerdo porque no había manera económica de hacerlo y que a partir de ahora regía un nuevo esquema               con el sistema de cápitas.
De esta forma, las prestadores de servicios de salud quedaron sin           contratos oficiales con la entidad y podrían negarse a atender a los       pacientes.
Sólo el año pasado generó una deuda de 6 mil millones, ya dentro de                 la gestión de Cambiemos. Regazzoni había firmado contratos con         laboratorios que generaron un déficit adicional de 200 millones de                 pesos por mes y multiplicó por 5 el costo de compras de medicamentos.           El PAMI gasta el 32% de su presupuesto en medicamentos, o sea una               cifra monumental. El nuevo titular decidió intervenir de fondo en los             costos de laboratorios, internacionales e insumos. A todo ese paquete           decidió bajarlo un 15% y pasarlo al sistema de cápita, que produjo             mucho conflicto en los 90. De pagar por servicio, pagan un genérico.           Según Casinotti, con auditorías fuertes, evitará los errores del pasado       cuando el sistema de cápita generaba subatención a los jubilados. La     polémica se da con los prestadores, que no quieren firmar el nuevo         acuerdo. Dicen que el sistema de cápitas al costo que propone el PAMI                es inviable, porque aducen que quieren discontinuar la atención a los       abuelos.
El PAMI tiene un presupuesto anual de 120 mil millones de pesos, que provienen de la recaudación de los aportes jubilatorios. Es el equivalente           a la quinta provincia argentina en tamaño o a todo el blanqueo que hizo             el gobierno. Además, tiene la población de un país: 5 millones de             afiliados. El instituto previsional está gastando 900 millones más por                 mes de lo que le ingresa por presupuesto. O sea, si sigue así, el déficit             será de 10.800 millones.

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