30/11/17

A pesar del rechazo popular, senadores dieron media sanción a la reforma previsional

Cambiemos y el PJ alineado a Miguel Pichetto levantaron la mano   y lograron los votos para sancionar el ajuste jubilatorio que propone el gobierno de Mauricio Macri.
La reforma previsional, resistida este miércoles en las calles y rechazada          por un sector de la oposición, marcha firme a convertirse en ley. El            Senado aprobó el proyecto de ley promovido desde el Gobierno con 43        votos afirmativos, 23 negativos y tres abstenciones, al cabo de casi ocho      horas de un intenso debate, marcado por una multitudinaria movilización.
La iniciativa fue debatida en conjunto con el Pacto Fiscal y la ley de Responsabilidad Fiscal, proyectos también aprobados, en una jornada                a tiempo completo que arrancó con la jura de 23 de los 24 senadores          electos, entre ellos la expresidenta Cristina Kirchner.
Cambiemos consiguió el apoyo del grueso del bloque mayoritario, que    conduce Miguel Pichetto, para avanzar con el cambio en el cálculo del          haber jubilatorio, que el Gobierno debió aplicar por las modificaciones acordadas con gobernadores sobre distintos impuestos.
Con el proyecto aprobado este miércoles, las jubilaciones se calcularán              en un 70% en base al índice inflacionario, y un 30% según el nivel de        variación salarial (RIPTE). El texto original contemplaba sólo el factor                de la suba de precios y un plus por PBI, que el peronismo consideró insuficiente.
“Esta es una fórmula que, a nuestro criterio, va a permitir la protección              de una movilidad adecuada en relación a los sueldos de los trabajadores            en actividad, y también en relación a lo que se puede perder en poder adquisitivo”, sostuvo Laura Rodríguez Machado (Pro) como miembro informante.
Los senadores del ala kirchnerista que rechazaron el proyecto fueron              Ana Almirón, Anabel Fernández Sagasti, Marcelo Fuentes, Silvina García                    Larraburu, Virginia García, Ruperto Godoy, Nancy GonzálezMaría          Ester      Labado, María Inés Pilatti Vergara, Marina Riofrío y María de los Ángeles Sacnun.
Dentro del PJ-FpV, también se opusieron Eduardo Aguilar, Hilda Aguirre,    Liliana Fellner, Mario Pais, Omar Perotti y Carlos “Camau” Espínola. La            lista de votos en contra se completa con los puntanos Adolfo Rodríguez          Saá y Liliana Negre, los neuquinos Guillermo Pereyra y Lucila Crexell, y            los representantes del interbloque Progresistas Fernando “Pino”              Solanas          y Magdalena Odarda.
Las tres abstenciones fueron de los bonaerenses Juan Manuel Abal            Medina (PJ-FpV), Jaime Linares (GEN) y el chubutense Alfredo Luenzo. Además, hubo otras tres ausencias: las del riojano Carlos Menem, el santafesino Carlos Reutemann y el santacruceño Alfredo Martínez -por              un problema de salud-.
En el texto se establece una garantía adicional para los haberes que            estén por debajo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, equivalente al 82%, y                a su vez          se abre la posibilidad a trabajadores del sector privado de        optar por          jubilarse a los 70 años -tanto hombres como mujeres-.
En nombre del kirchnerismo, Nancy González explicó, con placas            impresas, cómo el haber jubilatorio sufrirá una merma de sancionarse                la ley. Según la chubutense, el monto será de 7.660 pesos con la nueva            fórmula, cuando si se continuara con la movilidad actual, los jubilados        ganarían 8.200 pesos.
Más aún, la legisladora estimó que con el cambio en la reforma              previsional introducido en comisión, el aumento con respecto al              proyecto original será de apenas 43 pesos, “que no sirven ni para             comprar una tira          de Bayaspirina”.
En la misma sintonía, la santafesina María de los Ángeles Sacnun            denunció que la futura ley “vulnera los derechos adquiridos”, y el        sanjuanino Ruperto Godoy denunció que el Estado “está ausente” en la defensa de los jubilados, que necesitan protección por no estar      sindicalizados.
La radical Silvia Elías de Pérez recogió el guante. “Vamos a decir las            cosas como son: 1.158.116 personas ya han teniendo su reparación        histórica; 457 mil salieron ya de cobrar la mínima; el porcentaje                promedio en sus haberes ha sido del 35%; y hay 389 mil abuelos de                  más de 80 años que han tenido un incremento aún mayor”, detalló.
Desde la oposición también se oyeron quejas por el tratamiento “exprés”        que tuvo el proyecto -el dictamen se reunió en la primera reunión de la Comisión de Trabajo y Previsión Social-. “Estamos sesionando de            espaldas a la realidad del país”, desaprobó “Pino” Solanas, y el neuquino Pereyra dijo que el despacho “no tuvo ningún tipo de consenso”.
El representante del MPN y sindicalista del petróleo advirtió que el            proyecto “lleva a una pérdida real del salario”, y especificó: “Si tomamos        como ejemplo el año 2017, encontramos que los jubilados hubieran          perdido este año un 3,5%”.
A su turno, la puntana Liliana Negre confesó: “La verdad, hemos hecho      muchas cuentas y la movilidad actual es muy superior”. “Hay un dato      objetivo: se va por un monto de dinero claro sobre las jubilaciones. Ese      monto impacta sobre nuestros mayores”, advirtió.
La mano derecha de Adolfo Rodríguez Saá también aprovechó para          reclamar que “los jueces empiecen a pagar el impuesto a las Ganancias            de una vez por todas” y “que se reduzcan las jubilaciones de privilegio              de los que más tienen”.
Por su parte, el bonaerense Linares, ambiguo en su discurso, opinó que          “en función de la necesidad de los jubilados”, hubiese sido mejor una        fórmula con una única variable y no polinómica, de modo de generar un “equilibrio”. Finalmente, resolvió abstenerse.
Puertas afuera del Congreso, el moyanismo, las CTA y la Corriente              Federal de los Trabajadores protestaron contra las reformas previsional y laboral, con presencia también de organizaciones sociales como la CTEP          y el Movimiento Evita, y agrupaciones del kirchnerismo, entre ellas La Cámpora, Nuevo Encuentro y Kolina.
FUENTE: PARLAMENTARIO

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