Ricardo Horacio “Palermo” García fue condenado a prisión perpetua en 2001, un año después de matar de no menos de 150 cortes y golpes con un martillo a una joven a la cual previamente violó, en un departamento de la zona céntrica de la ciudad de Bahía Blanca.
La Justicia liberó a Ricardo Horacio “Palermo” García, condenado por violar y asesinar a puñaladas y martillazos a una mujer en el año 2000. Todo ocurrió el 20 de septiembre de ese año en una editorial ubicada en Belgrano 570, en la zona céntrica de la ciudad de Bahía Blanca. Ahí García maniató con una bolsa y medias en la cabeza a Laura Daniela López, que tenía 25 años. Le provocó no menos de 150 cortes que determinaron la muerte en el acto de la joven. García fue condenado a prisión perpetua en 2001, pero ahora sale ya que se le aplicó el beneficio del 2×1.
Pese a que el citado beneficio no existe más, en el momento del delito sí existía. Y el Código Penal establece que se debe aplicar la normativa vigente al momento del hecho o la ley más benigna.
Según el cálculo de pena, el sentenciado cumplió un período total de 30 años y 28 días de detención.
Además, el artículo 13 del Código Penal vigente al momento del asesinato determinaba que los condenados a perpetua podían solicitar la excarcelación a los 20 años, plazo que se encuentra cumplido.
El otro requisito solicitado por entonces para acceder al beneficio es la observancia con regularidad de los reglamentos carcelarios. En este sentido, según informó el Servicio Penitenciario, García ostenta conducta “ejemplar” y concepto “muy bueno”.
Esta situación legal determinó que el juez de Ejecución Nº 1, Claudio Brun, no pueda valorar algunas reservas del orden psicológico señaladas en la evaluación del preso.
En ese contexto, Brun hizo lugar al pedido del abogado Sebastián Martínez y otorgó el beneficio de libertad condicional a García, quien se encontraba detenido en la Unidad Penal Nº 4 de Bahía Blanca.
Entre las medidas que debió adoptar antes de obtener el beneficio, “Palermo” García tuvo que fijar domicilio. No trascendió dónde, aunque una fuente judicial aseguró que “no es en Bahía Blanca”.
Lo que sí se supo es que vivirá junto a su madre y que su padrastro se comprometió a conseguirle un trabajo.
Se pudo establecer, mediante pericias y testimonios, la mujer fue ultrajada con los brazos sujetos a la espalda con un trozo de cable y se le cubrió la cabeza con una bolsa de nylon, dos prendas de vestir y dos pares de medias, además de anudársele un cable y una bufanda alrededor del cuello.
En esas circunstancias, tras ser violada, recibió múltiples traumatismos craneofaciales —compatibles con la utilización de un martillo—, que le ocasionaron la muerte por lesiones en los centros nerviosos superiores con hemorragias intra y extracraneales. (La Nueva.)
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