Inauguración del Palacio Municipal.
Por Lis Solé
Con calles de tierra, con casas de pueblo rural y nada de asfalto, se inaugura en 1930 el Palacio Municipal, orgullo de los alvearenses.
El pueblo había asistido en silencio a la lenta pero inexorable construcción del imponente edificio y por supuesto, estaban esperando la inauguración oficial.
Para organizar los festejos, el Intendente Sr. Pastor Umaran había designado una Comisión de Festejos integrada por el Dr. José Isleño, Félix Mathet, Pedro Migliori, Julio F. Perdriel, Benito Asúa, Pedro J. Nomdedeu, Pedro Vallier, Tomás E. Wallace y Leonardo Lezerovich.
En el Diario El Independiente, su Director Ángel Rosales, escribe durante los meses de febrero y marzo en su publicación semanal, los pormenores de los preparativos para la inauguración así como también la crónica de ese día memorable para Gral. Alvear, el 23 de febrero de 1930, día de la Inauguración del Palacio Municipal.
Don Ángel Rosales destacaba en sus escritos la gran participación del vecindario durante ese día, resaltando el hecho de que se trataba del acto inaugural de la Casa del Pueblo, y que el mismo Pueblo que había contribuido cada quién con su grano de arena para elevar semejante obra, estuvo presente en masa frente al nuevo edificio.
Según el riguroso Cronograma de Actos de la Comisión de Festejos, éstos comenzaron con reparto de carne a las 10 de la mañana para las familias de la clase menos pudiente y como estaba anunciado, a las 12 horas se sirvió un almuerzo para unas 600 personas en la quinta de Pedro Orella, un tradicional asado con cuero prácticamente a la criolla, con pan, vino y duraznos.
En la crónica se destaca la presencia de las “damas de la sociedad” que contribuyeron a que el acto “fuera ameno y agradable”.
Durante el almuerzo, hizo acto de la palabra el Dr. Bernardino Althabe y al finalizar su discurso, la Banda de Bomberos de la Capital Federal y la Banda Municipal ejecutaron canciones acompañados por un grupo de parejas que iniciaron el Baile que duró hasta que las Autoridades se retiraron para continuar con la popular y siempre esperada Carrera de Sortijas enfrente a la Intendencia.
Para la Carrera se anotaron 16 jinetes que, como estaba dispuesto, se presentaron vestidos con bombacha blanca, blusa azul, gorra blanca, botas y con los caballos muy bien aperados formando un conjunto verdaderamente llamativo. A las 17 horas ya estaban listos los corredores y se iniciaron las pasadas por el Arco sortijero sin que nadie pudiera sacar la sortija debido a que el anillo había resultado demasiado chico.
Entre las risas generales, lo cambiaron por uno más grande y así empezaron a sacar las primeras sortijas.
El primer favorecido fue el Sr. Juan R. Aranda que tuvo tres premios durante la corrida continuando en el medallero el Rubio Jorge Walker, Luis Buduba y Calisto Mangudo que recibieron los aplausos del numeroso público que llenaba la Plaza Principal y la vereda. Cuando había un ganador de sortija, se hacían disparos de bombas y la Banda de Música tocaba algunas canciones de su repertorio entre caballos alborotados, el griterío de la gente y la Banda desinflándose entre trompetas y tambores.
A las seis de la tarde debía realizarse la Ceremonia de Inauguración en el primer piso de la Municipalidad y para ello, se habían repartido rigurosas invitaciones, pero la enorme cantidad de público que se había acercado a la Plaza obligó a las Autoridades a salir de la Municipalidad y realizarla en las escalinatas.
A un toque de atención, media hora más tarde de lo previsto por las corridas, hicieron su aparición el diputado Bernardino Althabe, el Intendente Municipal Sr. Pastor Umaran, el presidente de la Comisión de Fiestas Dr. José Isleño, el secretario de la misma don Pedro Migliori, el presidente del Concejo Deliberante Tomás Wallace, demás autoridades y periodistas.
Don Pastor Umaran da inicio al Acto dejando inaugurado el nuevo edificio y aclarando que fue “producto de un pensamiento del Concejo Deliberante hecho realidad” retirándose en medio de una “nutrida y prolongada salva de aplausos”.
Continuó la presentación el Dr. Isleño que elogió las gestiones del Diputado Bernardino Althabe para lograr el anhelado edificio. Tomando la palabra el Dr. Althabe, éste explicó los trámites que se habían realizado para concretar el Proyecto y elogió al Sr. Samyn, autoridad del Banco Provincia que fue quién realizó las operaciones bancarias necesarias para conseguir “la suma de 100.000 pesos más o menos” otorgada por el Banco gracias a las garantías de algunos vecinos de la localidad, entre los que “estaban comprendidos dos extranjeros que eran eficaces cooperadores para el engrandecimiento y progreso del pueblo”.
Entre aplausos, se empezó a dar entrada al edificio a las damas presentes para que pasaran al salón, donde había una mesa muy larga adornada con flores con gran cantidad de masas, sándwich y confituras.
Sólo después de las damas, pudieron entrar los hombres hasta que hubo que suspender la entrada debido a que ya no cabía una persona más en la intendencia. Todos se dieron a saborear las masas y confituras con buenos vinos y sidra animados por la Banda de Música traída de Buenos Aires.
Siendo característica Municipal ya presente en esas épocas, comenzaron los Fuegos Artificiales que debieron adelantarse por la amenaza de una tormenta y la lluvia mansa que empezó a caer siendo presenciados por la gente de la Plaza ya que desde adentro, casi no se escuchaba el estruendo de las bombas entre los sones de la Banda y el murmullo de tanto público.
Un poco más tarde de la una, las “damas ataviadas impecablemente” luciendo “vistosos y elegantísimos trajes de rigurosa moda con modelos e inmejorables telas, le dieron a la Intendencia un brillo sumamente armonioso”.
El “sexo feo” no desmereció ya que fueron elegantemente vestidos con trajes y sombreros. El baile comenzó con mucha animación siendo más de ochenta parejas las que le dieron brillo al baile. A la una y media de la mañana, se sirvió el lunch con “exquisitas masas, sandwichs, bombones e inmejorables vinos además de la infaltable sidra”.
El baile continuó hasta las cuatro y media de la mañana, momento en que la orquesta debió retirarse para tomar el tren que partía para la Capital Federal.
Ecos del Baile de la Municipalidad se mantuvieron por días y semanas, la calle rumoreaba todo lo sucedido. La elite alvearense de los años 30 había tenido su gran fiesta de Inauguración de la Municipalidad acompañada por parte del pueblo que participó en las Carreras de Sortijas, discursos y Fuegos Artificiales.
Palacio Municipal, encuentro de alvearenses de todas las épocas, lugar de festejos de mundiales de fútbol, de estudiantinas, de Fiestas Patrias.
Municipalidad con calle de tierra o de asfalto, con veredas de naranjos y vainillas, o baldosones blancos. Salón de encuentros y deliberaciones, de Fiestas, de presentaciones.
Palacio Municipal, Casa del Pueblo como dice don Ángel Rosales, tal como lo dio a entender el Pueblo en su totalidad al darse cita ese día frente a la Municipalidad y superar todas las expectativas de la Comisión de Festejos; era el momento de demostrar con su presencia que el Palacio Municipal siempre fue y será la Casa de Todos.
Foto Gentileza de María Severino de Cullaciatti. Fiesta Patria unos años después de la Inauguración, en la década del 40, aún sin asfalto.
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