20/3/19

El aumento del gas superaría el 30%, pese      a la promesa de Lopetegui que no lo rebasaría

El tipo de cambio a utilizar para definir la tarifa fue un 6% más        alto que el que había cuando Lopetegui informó la cifra.
Si bien el Gobierno por el momento parece haber controlado la espiralización del dólar que amenazaba en la última semana, el alza registrada durante la primera quincena de marzo podría desembocar            en una actualización tarifaria del gas mayor a la estimada.
El problema es que el salto cambiario se dio inoportunamente justo      durante el período que definirá el valor del gas para los próximos seis meses, lo que inevitablemente generará una presión en el número final.
De acuerdo a lo pactado con las empresas del sector, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) establecerá el nuevo cuadro tarifario en función del promedio de cotización del dólar del Banco Nación entre el            1 y el 15 de marzo, que en este caso alcanzó los $42.
Esto implica una diferencia del 6% en relación a los $39,50 que              marcaba la divisa cuando el secretario de Energía Gustavo Lopetegui prometió que el ajuste no superaría el 30%, lo que representaba una      mejora respecto al escenario planteado por su predecesor Javier          Iguacel.
Al mismo tiempo, el promedio cambiario de la primera parte de marzo    difiere sustancialmente del proyectado por las propias empresas en la última audiencia pública, donde realizaron sus costos con un dólar de      entre $39,45 y $39,81.
De esta manera, es probable que se genere cierta tensión en las negociaciones finales. Una de las herramientas a las que puede echar      mano Lopetegui para amortiguar este impacto podría ser actualizar el    monto destinado a transporte y distribución a través del Índice de          Precios al Consumidor (IPC) y no mediante el Índice de Precios              Internos al por Mayor (IPIM), que fue sensiblemente mayor.
Sin embargo, esto llevaría a una confrontación directa con las      distribuidoras que ya soportaron que se utilice este criterio en la              última revisión tarifaria, consientes del cimbronazo de la devaluación.          Es por eso que en esta oportunidad no solo pretendían que se              vuelvan a calcular los aumentos vía IPIM, sino que buscaban cobrar el retroactivo por los 10 puntos porcentuales menos que les dieron en la    última revisión.
Ante la consulta de este medio, desde la cartera de Lopetegui          ratificaron las previsiones originales, aunque la palabra final la tendrá            el Enargas, donde prefirieron no hacer comentarios.
De todos modos, cualquiera sea la cifra definida, el Gobierno aplicará            un descuento del 20% entre las facturas de mayo y septiembre -que se cobrará durante el próximo verano- que acota notablemente el tarifazo          en una medida con un claro objetivo electoral.
En consecuencia, el número final no tendría un importante efecto      inmediato a corto plazo para las familias, sino que repercutirá en el          costo de financiamiento que el Estado afrontará por este diferimiento            en el cobro.
Fuente: lapolíticaonline

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