1/4/19

El Vagón Presidencial de Yrigoyen.

Por Lis Solé.
Hay tantas historias que se desvanecen con el tiempo, muchas no          contadas o perdidas por el fallecimiento de sus protagonistas o por esas      raras interpretaciones de la historia.
Lo cierto que el paso del Presidente Yrigoyen por General Alvear casi          parece ser un mito urbano producto de la imaginación colectiva pero no            es tan así, ya que constantemente aparecen hechos concretos de su           venida a General Alvear y sus estadías en “El Quemado”.
Yrigoyen tenía en esta zona estancias propias o arrendadas donde se      dedicaba a la cría de ganado. De su propiedad era la estancia “El Trigo”,    partido de Las Flores y además alquilaba la estancia “Los Médanos” en Norberto de la Riestra y “El Quemado” en General Alvear, lugares a los            que llegaba en tren, transporte por el que sentía una gran afinidad      oponiéndose durante su presidencia a la sanción de la ley de              privatización de los ferrocarriles del estado ya que insistía en que esto perjudicaría a pueblos alejados.
El ferrocarril había llegado en 1884 a Saladillo y en 1897 a Alvear              pasando por la estación José María Micheo, estación donde bajaba          Yrigoyen para llegarse hasta “El Quemado”.
Allí lo iba a buscar el cochero Juan Cuevas que, según cuenta la              tradición, lo llevaba a gran velocidad por entre los campos cortando los alambrados divisorios o dejando las tranqueras, hecho que produjo                más de una discusión con su amigo don José María Micheo quien por                ese motivo gestionó durante el Gobierno de Alvear, un camino que fuera      desde la estación al Quemado, camino construido por Ramón Ramundo.
 La principal dificultad se presentaba en el cruce del arroyo Las Flores,          cruce que se realizaba con una maroma que no es más que un bote                atado a un cable tendido entre dos postes enterrados en ambas orillas. Posteriormente se construyó un puente de madera y luego de su primera presidencia, la empresa Ferrocarril del Sud le regaló el “Puente de Fierro”,          el conocido por todos como “Puente del Quemado” o “Puente de Yrigoyen”.
Testigo de estas visitas al Quemado son las cartas escritas por él mismo           a don Juan Miguel Peña, un vecino de Saladillo. Amigos radicales,      mantenían al parecer una amistad muy estrecha e Yrigoyen, a pesar de            que no le gustaba escribir cartas, le envió más de 50 escritas de su puño           y letra. En una de ellas, el Presidente Yrigoyen le encomienda a su              amigo Peña que “si asiste al remate y hubiese algún lote que no pase de          200 novillos de buena clase, de 3 años para arriba, carne gorda, hasta          pesos 90 más o menos, sírvase comprármelo, mandándolo al “Quemado””.
En otra carta, lo invita en su paso por Saladillo hacia “El Quemado” a “acercarse a la estación para abordar el coche presidencial e ir charlando    hasta Micheo”.
Y era así. Yrigoyen se acercaba hasta la pequeña estación de Micheo en           el Tren Presidencial. Si se visita la estación Micheo llama la atención de          que a pesar de ser tan pequeña tenga un segundo andén que era          justamente el andén construido para que estacionara el tren Presidencial.
La locomotora llegaba resoplando con una bandera cruzada en puntas                en su frente y se estacionaba en el andén: si la estadía de Yrigoyen era          prolo ngada, locomotora y tren seguían hasta General Alvear          permaneciendo en el Galpón de Máquinas sino quedaba allí mismo        esperando su regreso del Quemado.
La locomotora de la foto es una locomotora N°39 grande con paragolpes delanteros que se rebatían y deflectores de humo para mejorar la visión y destacaba su ilustre carga con la bandera argentina en su frente.
Los vagones de lujo como el del Presidente, eran los Coches Reservados      para las familias patricias y exquisitamente construidos con ventilación, calefacción y muebles de primera calidad siendo justamente el ferrocarril      Roca el que poseía los coches de mayor lujo. El vagón de madera tenía        salón para conferencias y baño con bañera, espejos biselados y muebles          de caoba y cedro tapizados en cuero.
El vagón de Yrigoyen se encuentra actualmente en custodia en el            FerroClub Escalada sito en Remedios de Escalada, en Buenos Aires, y        puede visitarse los fines de semana exsitiendo otro de similares        características en San Vicente, vagón que también utilizó Perón en el                  año 1945.
Una curiosidad, una historia más de Yrigoyen donde se refleja un                pasado no tan lejano donde un Presidente podían viajar sin custodia en vagones de lujo.
Yrigoyen y su paso por Estación Micheo de General Alvear es mucho              más que un mito urbano, es una realidad documentada con los halos de misterio propios de la personalidad extraña de este Presidente argentino.
Fuentes:
  • Quiroga Micheo, Ernesto. “Hipólito Yrigoyen En la cueva del Peludo”. Editorial Armerías. 2009.
  • Pereyra Marcelo. “Don Juan Miguel Peña: el amigo de Hipólito        Yrigoyen” y “Don Juan Cuevas: el cochero de Yrigoyen”- Historia    Saladillo. Febrero 3, 2016 y Febrero, 16. 2017 respectivamente.
  • La política ferroviaria de Yrigoyen. 2019. https://www.elhistoriador.com.ar/la-politica-ferroviaria-de-        yrigoyen/
  • Discurso de Hipólito Yrigoyen del 16 de octubre de 1920. observando          la ley nº 11106, en uso de la facultad que acuerda al Poder Ejecutivo, el artículo 72 de la constitución nacional.
  • Manuel A. Claps, Yrigoyen, Buenos Aires, Manuel A. Clips, Biblioteca          de Marcha, Colección los Nuestros, Montevideo, 1971.
Agradezco a Germán Esmoris la información y las fotos del Vagón    Presidencial.

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