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Las horas más oscuras y la grieta

Por Enrique Romero Loizaga

Ante la generalizada depresión que ha causado la pandemia, fue      reconfortante ver a las principales figuras políticas del oficialismo y la oposición reunidas y unidas en una conferencia de prensa. La de ayer y              la de anteayer.

Apenas el dia anterior a la primera conferencia de prensa el Presidente        había declarado que a la gestión anterior en la provincia de Buenos Aires            no le había importado la salud publica. Lo mismo había declarado el              actual Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires.

Solamente aquellos que no han vivido o no viven en la provincia, como              el mismo gobernador Kiciloff pueden afirmar ese disparate.

Los que  vivimos en la provincia sabemos que el gobierno de Cambiemos        con la ex gobernadora Vidal fue el que mas hizo en el tema de salud            publica de los últimos años.

Tambien que la salud fue siempre un tema secundario para la larga fila              de ex gobernadores justicialistas.

Una foto como la de ayer hubiera sido casi imposible de ser Cambiemos            el oficialismo actual.

El peronismo en la oposición fue siempre mas enemigo que leal            adversario .

Al enemigo, ni justicia, dijo un conocido General. No el joven general.                El león herbívoro fue el que lo dijo. El anciano general.

En realidad, gran parte de la obra publica y la salud publica que falta en              la provincia y en todo el país se fue con los dineros que se llevaron los funcionarios procesados, entre ellos, la ex presidenta. Si devolvieran lo          que se llevaron, las cosas estarían mejor.

El oficialismo esta recibiendo una lección de lo que es hacer oposición responsable. Esto es la verdadera solidaridad. No la otra que se voto.

Ayer Mario Negri  llamo al Presidente  el Comandante de esta batalla        sanitaria.

Esperemos que de esta desgraciada circunstan.rcia predominen en el oficialismo los que entiendan que la unidad y la buena fe deben ser la        moneda común entre la dirigencia política.

Y que esta emergencia sea un punto de inflexión que ayude a superar            otras emergencias sociales, sin chicanas y solamente con el animo de solucionar los problemas. .

Nuestra sufrida sociedad se merece esa actitud de una dirigencia que                no siempre ha estado a la altura de las circunstancias