8/5/20

Día de la Virgen de Luján

Cada 8 de mayo, la Iglesia Católica celebra el Día de Nuestra    Señora de Luján. Es Patrona de Argentina, protectora de los transportistas y del camino. La oración para rezarle en momentos en que la pandemia preocupa al mundo.
Cada 8 de mayo se celebra a la Virgen Patrona de Argentina, Nuestra          Señora de Luján, quien además es la protectora de los transportistas y            del camino, así como de la Policía Federal del país.
Cuenta la tradición que en 1630 la imagen de la Virgen, proveniente de Paracaiba (Brasil) era llevada desde Buenos Aires hacia Sumampa,          Santiago del Estero, por encargo de un viajero portugués. A orillas del              Río Luján la carreta se detuvo inexplicablemente. Por ello se dice que              ella eligió el sitio de emplazamiento de su iglesia y allí creció una las        ciudades más reconocidas de nuestro país
La imagen tiene 38 centímetros de alto. Su manto azul está caído,            salpicado de estrellas blancas y la túnica es encarnada.
Transcurridos los tiempos coloniales, un 8 de mayo de 1887 con la        asistencia de altos dignatarios de la Iglesia Romana y del Cabildo        Eclesiástico Metropolitano, fue coronada Nuestra Señora de Luján por el        Papa León XIII, deviniendo así en una virgen muy querida para toda la    feligresía argentina.
Oración a Nuestra Señora de Luján
Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Nuestra Señora de Luján,    Patrona de nuestra Patria; hoy alzamos nuestros ojos y nuestros brazos      hacia tí... Madre de la Esperanza, de los pobres y de los peregrinos, escúchanos...
Hoy te pedimos por Argentina, por nuestro pueblo. Ilumina nuestra              patria con el sol de justicia, con la luz de una mañana nueva, que es la              luz de Jesús. Enciende el fuego nuevo del amor entre hermanos.
Unidos estamos bajo la celeste y blanca de nuestra bandera, y los              colores de tu manto, para contarte que: hoy falta el pan material en            muchas, muchas casas, pero también falta el pan de la verdad y la                justicia en muchas mentes. Falta el pan del amor entre hermanos y                  falta el pan de Jesús en los corazones.
Te pedimos madre, que extingas el odio, que ahogues las ambiciones desmedidas, que arranques el ansia febril de solamente los bienes          materiales y derrama sobre nuestro suelo, la semilla de la humildad,                  de la comprensión. Ahoga la mala hierba de la soberbia, que ningún              Caín pueda plantar su tienda sobre nuestro suelo, pero tampoco que          ningún Abel inocente bañe con su sangre nuestras calles.
Haz madre que comprendamos que somos hermanos, nacidos bajo un        mismo cielo, y bajo una misma bandera. Que sufrimos todos juntos las      mismas penas y las mismas alegrías. Ilumina nuestra esperanza, alivia      nuestra pobreza material y espiritual y que tomados de tu mano                digamos más fuerte que nunca: ¡ARGENTINA! ¡ARGENTINA, CANTA Y    CAMINA!

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