4/6/20

San Pedro: piden la elevación a juicio de un cura y dos cuidadores por abusos sexuales en un Jardín de Infantes

Se trata del sacerdote Tulio Matiussi, el portero Anselmo Ojeda y      la preceptora María Lujan Rubies. Los acusan de someter a cinco niños en distintos sectores de la entidad Belén. La madre de una      de las presuntas víctimas pidió mayor compromiso de la    comunidad
El fiscal que lleva adelante la causa que investiga los supuestos abusos sexuales cometidos por el sacerdote Tulio Matiussi y otras dos personas            a niños de un jardín de infantes de la localidad bonaerense de San Pedro      pidió la elevación a juicio oral.
El portero Anselmo Ojeda y la preceptora María Lujan Rubies están      imputados, como el sacerdote, de abuso sexual simple doblemente      agravado.
En el caso del cura, porque "se encontraba bajo su cargo la educación            (de los menores) y además resultaba ser ministro del culto"; y, en los            otros dos casos, "por encontrarse los niños bajo su guarda puesto que      ejercía frente a la ausencia de los padres la custodia de los niños" en el      jardín Belén de San Pedro.
En el pedido de elevación a juicio, el fiscal señaló que "tales actos            ocurrían en la sede del Jardín Belén, específicamente en la sala y en la          zona de baños y en las partes comunes como ser cocina, patio y SUM,                y en la iglesia San Roque contigua al jardín donde el señor Mattiussi          oficiaba como sacerdote".
Carla Vitale, la madre de una de las niñas abusadas y denunciante en la        causa aseguró que "se trata de una buena noticia" para las familias "en            día de basta de violencia y ni un abuso más", pero pidió mayor          "compromiso social" de la comunidad y "que todo aquél que sepa algo                  o pueda colaborar, lo haga".
"Para nosotros es un camino súper doloroso, triste y angustiante, pero seguimos adelante y dejamos la vida porque le prometimos a nuestros          hijos luchar hasta las últimas consecuencias no sólo por ellos sino por        todos para que esto no vuelva a pasar", dijo.
"Basta de depravados. Nosotros tenemos que poder confiar en quienes dejamos el cuidado de nuestros hijos y que esta sociedad sea más sana:        para eso tiene que haber justicia", agregó.
Tras haber permanecido cinco meses detenido, el sacerdote espera el          juicio en libertad mientras que el portero cumple prisión preventiva            efectiva y la preceptora aguarda en su domicilio.

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