Cuál es el indicador clave que convenció a la provincia de flexibilizar?
El porcentaje de pacientes contagiados que requieren camas de terapia intensiva está en descenso.
Aunque admiten que el pico que elevó los casos diarios de un promedio de 3.600 a 4.250 no es un dato alentador, en el equipo sanitario de la provincia citan a otros dos indicadores a la hora de justificar la decisión de llevar la cuarentena de nuevo a la Fase 3: uno es el porcentaje de casos positivos que terminan en terapia y, asociado a ellos, la menor gravedad del cuadro que presenta la mayoría de los nuevos contagiados.
Según explicaron a DIB fuentes del ministerio de Salud, “lo esencial es la disponibilidad de camas”, un ítem en el que “a pesar del aumento de casos” se mantuvo “estable en los último 15 días”, es decir en el período en el que se aplicó un Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio más riguroso que el que se venía aplicando hasta el 1 de julio y al que se volvería a partir del lunes.
En ese punto, indicaron las fuentes que el porcentaje de camas de terapia intensiva ocupadas en el Conurbano es, hoy, del 58,9% del total, algo menor al total del AMBA, que incluye también a la Ciudad Autónoma y que tiene un porcentaje del 64%, según el último reporte oficial de la Provincia, difundido esta noche.
Pero el indicador específico que miran en el equipo que conduce el ministro de Salud Daniel Gollán es el porcentaje de casos positivos que requieren internación en terapia intensiva. En ese punto, la normativa internacional habla de una banda aceptable que va del 5 a 7% del total. El dato es que en el último tiempo, ese número bajó al 3.7%. “Ese es el indicador más importante, el que nos convención de abrir un poco”, dijeron desde el gobierno.
La explicación para que el porcentaje de casos que requieren internación UTI caiga a pesar de que los casos subieron tiene que ver, en principio, con el perfil de los nuevos infectados: el 75% de las personas que contrajeron el virus en las últimas semanas tiene entre 25 y 50 años, lo que hace que estén mejor preparadas para sanarse y que el tiempo promedio de internación también baje.
También hay otras cuestiones que fueron incorporadas al análisis previo a la apertura, más allá de las razones vinculadas al cansancio social y al impacto económico de la cuarentena. Una tiene que ver con la evolución de los casos: ayer hubo un pico de 4.250 pero hoy bajó nuevamente al orden de los 3.600. En ese plano, las autoridades sanitarias bonaerenses consideran que el “cierre” de los últimos 17 días puede imponer un control de la curva, que comience a afianzarse en las `próximas horas.
También el menor número de casos que se viene dando en la CABA plantea un escenario en cierto sentido tranquilizador: podría, eventualmente, usarse camas UTI de ese distrito para pacientes del Conurbano.
Fuente: DIB
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