Los 100 anillos de la araucaria del hospital.
Adhesión de “Gral. Alvear en Blanco y Negro”en el Centenario de nuestro Hospital.
Gaby Pessotano y Patricio Wallace.
18 de agosto de 2.020
_ Cómo ha pasado el tiempo… ¡Me parece increíble tener ya 100 anillos! Bueno… para ustedes, los humanos, son 100 años…
La verdad, me da un poquito de orgullo decir que soy Centenaria . ¡ Centenaria! Con mi amigo el Cedro, hemos estado un siglo juntos. Aquí, en esta misma esquina .
Claro, he visto infinidad de cosas, de personas entrar, salir, entrar y ya no salir… entrar dos y salir tres… ¡o cuatro! Buenas y malas. Infinitamente felices y de las otras, de las que hoy no pienso hablar. Prefiero recordar con una sonrisa las caritas asustadas de los chicos cuando venían con su carita de miedo . Porque de las vacunas, ¡nadie los salvaba! Puedo escuchar todavía el llanto de algunos, los gritos de otros. Y la satisfacción que sentía cada vez que alguno de esos mismos niños, ya hombres y mujeres, entraban como enfermeras , enfermeros , médicos y médicas … Ese gratísimo sentimiento es difícil de explicar para mí.
Eso sí, también he sentido espanto. Ese día en que escuché los golpes que herían de muerte el antiguo edificio, y veíamos aterrorizados cómo de a poco se venían abajo sus paredes, los enormes ventanales, el altísimo techo tan pintoresco. Ese día sí que lloré. Lloramos, los dos. ¡No podíamos creerlo! Mis nervaduras se pusieron rígidas , y la savia corría muy fuerte dentro de mí, por el pánico ante la posibilidad de que también nos tiraran a nosotros… Como nunca antes, mis raíces se prendían con más fuerza al suelo. Pero como a todo, lo superamos. Y vimos con tanta felicidad ver que surgía el nuevo edificio, moderno , bello… y me conformé pensando que todo se transforma, retoña, como nosotros, los árboles.
¡Cómo me acuerdo de aquel domingo de 1.920! Yo era apenas una ramita debilucha, y mi amigo Cedro , también. Pero teníamos todas las ganas de crecer y llegar a ser grandes y fuertes para dar de nosotros lo mejor. Igual que el Hospital que se estaba por inaugurar… Todo el pueblo estuvo presente esa tarde fría de agosto. Las señoras con sus galas, Doña Arsenia Fontana, descomunal e impecable con su tapado oscuro ; Cecilia Migliori, elegantísima ; Don Agesilao, tan preocupado por la salud y el progreso del pueblo; don Teófilo Mathet y tantos caballeros de saco, corbata y sombrero ; el doctor Althabe, aquellas primeras enfermeras, los chicos de las escuelas , el cura Molinari Holguín… ¡No faltaba nadie! ¡Cuánta gente trabajó sin descanso para darle forma a ese hospital que se inauguraba ese día! El pequeño pueblito que tanto había luchado por tenerlo, era testigo de uno de los hechos más significativos de la historia de nuestra ciudad.
El día que nos plantaron en este lugar ,ni me imaginaba que iba a estar acá cien años…
He crecido, abriendo mis brazos leñosos como queriendo cobijarlos. Estoy vivo, fuerte, siempre mirándolos, cuidando este lugar .
Mis ramas guardan secretos llantos de dolor y lamentos de impotencia ante lo fatal, pero también se han henchido de orgullo ante la dicha.
Sí, ya sé. Estos últimos tiempos han sido uno de los más críticos. Pero como en 1.920, también en el 2.020 tengamos fe en que saldremos adelante. Constantemente germinando, reverdeciendo, floreciendo como cada primavera desde hace cien años.
Adhesión de “Gral. Alvear en Blanco y Negro”en el Centenario de nuestro Hospital.
Gaby Pessotano y Patricio Wallace.
18 de agosto de 2.020
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