María, nos dice: “Este año los visito, Yo…”
Parroquia San José.
Este año los Gauchos Peregrino, no peregrinamos hasta Luján, porque es tiempo de cuidarse.
Pero la historia se repite, como nos la contó el Negrito Manuel, cuando la Madrecita aparecía en su rancho, todas las mañanas cubierta de abrojos en su vestido, y el preguntaba el porqué, y ella dulcemente le decía:¡¡¡” los abrojos en mi vestido los tengo porque todas las noches cuando vos dormís voy a visitar a las familias.
La Madrecita (como toda mamá) desafió, bañados, pajonales, soledades de nuestros campos, para llegar hasta su pueblo, desafió fríos, soles viento y lluvias, para llegar hasta el pueblo peregrino, que esta vez no puede llegar hasta su Casa: LUJAN.
MARIA, comenzó a desandar, el camino, que año tras año, a los Gauchos Peregrinos los llevó hasta Luján, buscando su amor de madre, al amor aislado.
La Tierna Madre de Luján , bajará de su camerino, bajara por las escaleras, gastadas y lustrosas que a lo largo de los años, que están así por recibir con los brazos abiertos a sus hijos en tantos años, que la visitan, llevándole sus penas y alegrías para compartirlas con ella.
La Madrecita comenzará a peregrinar por los caminos de tierra, polvorientos y solitarios de nuestra Pampa y entrará en los mismos lugares que nosotros entramos cuando la íbamos a visitar.
Ella saldrá en silencio como es su costumbre, pero no lleva nada consigo, lo único que lleva en su presencia amorosa y el mensaje de su Hijo: Jesús, ante la súplica del pedido de su pueblo que la llama, Ella esta pronta, no dudó un instante en salir y venirnos a visitar, porque como toda madre, sabe del sufrimiento por el que están pasando sus hijos.
Este año no escucharemos las campanas de tu casa (La Basílica de Luján), anunciando que llega la hora para que se produzca ” el misterio de nuestra fe ”, Jesús se hará presente en cuerpo y alma, él vive y se nos entrega, como alimento para su pueblo peregrino, cansado y muchas veces sin fuerza para seguir.
Hoy el milagro se hará en cada hogar, esa multitud que se reunía aña tras año en su casa, hoy son multitudes de hogares pequeños, porque nuestra Madre llega a nuestras casas, y allí estaremos para recibirla con los brazos abiertos.
Hoy María, como toda madre estará en la casa de sus hijos/as, acompañando, conteniendo, abrazando, escuchando y rezando con ellos por la paz, la salud, el trabajo, que este año nos desafía a todos.
Esta visita a nuestras casas, nos provocará una profunda alegría, hasta las lágrimas, y diciéndoles: GRACIAS!!!!! Por venir a mi casa, sabiendo que somos suyos y que ella es nuestra para siempre.
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Hoy el milagro de Luján será en cada hogar, en miles de hogares, pidiendo que esta enfermedad pase pronto, ya que nos arrincona y nos quita la libertad. La libertad de los hijos de Dios.
Hoy María nos dice: “este año los visito yo”, para secarte las lágrimas, curarte las heridas, voy a darte un beso de madre y decirte que no están solos, voy a compartir de tu hogar.
Que la Virgen los proteja y cubra con su manto, y el Buen Dios los bendiga a Uds. y sus familias.
Padre Sergio Diac. Carlitos
Septiembre 2020
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