Celo y competencia de un Policía
DON SIXTO SANCHEZ
Por Lis Solé
El rancho de la calle San Martín, en General Alvear, siempre ha llamado la atención pero pocos saben de la actividad del Sr. que lo construyó con sus propias manos hace ya más de 110 años para cuidar a su familia durante toda su vida. La vida de Sixto Sánchez es el reflejo de cada una de esas historias esenciales en la historia de los pueblos, historias de personas “de carne y hueso” que son engranajes sin los cuales no existiría la vida.
Don Sixto Sánchez nació en Saladillo en 1877 pero en cuanto supo de su traslado como policía a General Alvear, vino con anterioridad para construir un lugar para vivir con su familia, allá por los años 1907 a 1909, con una dedicación tal que le dio resistencia y fortaleza para mantenerse impecable hasta hoy.
El “rancho”, sito en la Avda. San Martín al 1800, frente a la Capilla Nuestra Sra. de la Paz, originalmente era de paredes de adobe, paja y troncos, revestido después con ladrillos de canto, testigo de una vida muy particular, reflejo de toda una época.
PRIMERA PROMOCIÓN DEL SERVICIO MILITAR
Su familia recuerda al abuelo Sixto como policía pero también como integrante de la primera Promoción del Servicio Militar, ensayo que dio lugar a la creación del Servicio Militar Obligatorio en 1906. Pasó que durante la juventud de Sixto, las tirantes relaciones con Chile anunciaban una eminente guerra y por ello, el Gobierno empezó a preparar gente para ir a la batalla.
Fue así que el presidente Uriburu convocó a realizar un entrenamiento militar a fines de 1895 que movilizó a 24.000 ciudadanos en todo el país junto a 10.000 hombres del Ejército de Línea. En Buenos Aires, la mayor cantidad de convocados realizaron los movimientos para concentrarse en Cura Malal, valle que se encuentra en el partido de Saavedra.
La Ley 3318 incorporaba hombres de hasta 20 años para un entrenamiento militar de 60 días y se puso en marcha el 12 de marzo de 1896. Sixto Sánchez fue llamado a la Conscripción cuando tenía 19 años y la hizo a los 20. Llegó a Pigüé el 15 de abril de 1896, junto a otros 8.000 soldados para luego dirigirse al valle del Curamalal Grande.
En el Museo y Archivo Histórico de Pigüé, hay libros y documentación sobre esos meses de entrenamiento muy duros donde fallecieron soldados por las inclemencias del invierno. En las largas listas de conscriptos figura don Sixto Sánchez y también el irlandés Santiago Francisco Fay Casey[i], ambos abuelos de los actuales dueños del rancho que se llama “Don Sixto y Doña Elena” reunidos por aquellas verdaderas casualidades de la vida.
SARGENTO SIXTO SÁNCHEZ, DE CONDUCTA INTACHABLE
Si bien no hay fechas sobre la creación de la Comisaría de Alvear, hay registros que en 1889 el Comisario era Ignacio Aguilar. Ocho años después, en 1897, Sánchez entra a la policía y se casa en Alvear con Elena Leopoldina Cardoso con la que tuvo 6 hijos, menos Héctor Bernabé[1] que nació en San Antonio de Areco en 1906[2] ya que antes de su destino en Alvear anduvo por Chascomús, Guaminí y otros puntos de la provincia.
Entre 1908 a 1912, estuvo en Guaminí y después volvió al Alvear tres o cuatro años para luego trasladarse a San Antonio de Areco. El 26 de agosto de 1910, el Comisario de Alvear redacta una nota manuscrita donde certifica “que el sargento Sixto Sánchez durante el tiempo que á prestado sus servicios ha observado una conducta intachable demostrando a más celo y competencia en el cumplimiento de su deber”.
De ese período hay dos fotos grupales que muestran al grupo completo de la Policía de General Alvear, fechadas en 1909, y en ellas se ve a Sixto, fácilmente distinguible por su cara redonda y sus grandes bigotes. También hay una foto de la Comisaría ya publicada en la revista del Centenario de Alvear que por sus características, parecieran tomadas en la misma fecha.
CUSTODIO PERSONAL DEL DR. BERNARDINO ALTHABE
Sixto Sánchez era custodio personal de Bernardino Althabe… El Comisario le había dicho que debía defenderlo “con tu propia vida”. Fue designado por los radicales como escolta del Dr.; iba armado y tenía órdenes de tirar a matar. A cualquier hora del día -aún en la madrugada-, lo venían a buscar cuando por ejemplo, el Dr. tenía que salir por alguna urgencia, y así salían con el sable y el revolver en sulky adonde fuera, aún cuando debían cruzar el arroyo cuando estaba crecido cuando era necesario por alguna urgencia médica.
Este celo se explica porque eran épocas de grandes rivalidades políticas entre conservadores y radicales que muchas veces llevaban a enfrentamientos sangrientos por los que las personas importantes oficiales eran custodiadas por la Policía en todo momento.
Ya jubilado de la Policía, Sixto era guarda hilo del Telégrafo en el trayecto de Alvear a Tapalqué y tardaba una semana en cubrir el recorrido en sulky … y otra al volver, durmiendo abajo del carro para evitar el rocío, suspendido entre las ruedas para continuar el viaje en épocas donde se dormía al raso sobre los cojinillos entre los recordados piojos y pulgas[ii]. Finalmente, Sánchez fue trasladado a Morón donde vivió con su familia hasta la vejez.
En el pueblo, Sixto era muy amigo de José Fernández, dueño del almacén y la barbería situada en San Martín y Rivadavia (hoy Papa Francisco), amistad que continuaron sus hijos Héctor Sánchez y los hermanos Coly y Rubito Fernández compartiendo su amor por el folklore y la danza argentina.
EL UNIFORME DE LA POLICÍA EN 1912.
Hay varias fotos con el cuerpo de Policía de General Alvear fechadas en 1909 donde está don Sixto Sánchez y se ven los policías con el uniforme parecido a los prusianos. El 6 de octubre de 1912, el jefe de Policía el Sr. Chaumeil, publicó en el diario “El Progreso” que “en razones del mejor servicio” había dictado una resolución acerca del uniforme y que lo había hecho publicar en el “Orden del Día”.
En esa resolución se declaraba obligatorio del uso diario del uniforme reglamentario para todos los empleados desde las categorías de escribiente a subcomisario inclusive”.
Aclaraba que los “empleados de la jerarquía de comisario a comisario inspector sólo estarían obligados a usar uniforme cuando sean designados para servicios especiales y comisiones extraordinarias y los primeros, en los casos en que desempeñen la guardia del departamento quedando eximidos del uso del uniforme los empleados de la casa central y los demás de seguridad adscriptos al departamento[iii]”.
El uniforme al que aludía y especifica el comisario para los servicios especiales, era el “uniforme de gala consistente en levita, gorra con penacho, guantes blancos y botín de charol”, un uniforme inimaginable en estos tiempos.
Sixto Sánchez. Conscripto, Policía, Custodio, Guarda Hilos, Padre de familia. Su vida es ejemplo y reflejo de historias reales, engranajes esenciales en la historia de los pueblos.
Bibliografía y fuentes:
- Monumento a la primera conscripción. Turismo Histórico. Recuperado de Turismo Sierra de la Ventana.
- Museo y archivo Histórico de la ciudad de Pigüé. Colaboración de la Museóloga Mariana Walter.
- Museo de Saladillo.
- Archivo particular y fotografías de Osvaldo Sánchez.
- Diario “El Progreso” de General Alvear. 6 de octubre de 1912.
- Revista del Centenario de General Alvear (1869-1969)
- Llantada de Márquez, Isabel. Fortín Esperanza, hoy General Alvear. 1969.
Epígrafes de las fotos:
- Nota manuscrita del entonces Comisario de Gral. Alvear de 1910, certificando el proceder del sargento Sixto Sánchez.
- Sixto Sánchez, parado, en el medio, a la izquierda de la foto con el grupo de la Policía de General Alvear en 1909.
- Sixto Sánchez en otra foto grupal. La foto está fechada en 1909.
- Foto de la Comisaría de Alvear.
- Foto del casco de la Policía en el 1900. Museo Saladillo.
[1] Héctor Bernabé Sánchez era Bancario e integrante de la Peña “La Espadaña” de la escuela N° 1 de General Alvear; luego profesor de danzas y fundador de la Peña Fortín El Tala también de General Alvear.
[2] Los hijos de Sixto y Elena eran Héctor Bernabé (n. 11/06/1906), Herminia Lucía (Mina) nació en 1912 en Guaminí, Eulalia (Lalia o La Negra), Gustavo Rodolfo (Tebo) -nacido el 1° de marzo de 1917-, más una mujer y un varón que fallecieron siendo niños, Aída y un varón que fallecieron jóvenes. Sus restos descansan en el cementerio de Alvear al fondo de la avenida central, junto a la esposa de Osvaldo Sánchez, Irene Elvira (Baby) Fay, quién enamorada de Alvear adquirió el campo al lado de la Esc. Rural 15 a la familia Mengarelli y que se llama "La Arboleda".
[i] Casado con María Elena Mackinson, otra irlandeses.
[ii] (Osvaldo Sánchez, comunicación telefónica, 18 de noviembre de 2020).
[iii] Diario “El Progreso” del 6 de octubre de 1912.
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