Maravillosa botellita calientapies
Por Lis Solé
Historias que vienen de los abuelos y que se hacen presentes cuando una imagen remite a esos tiempos pasados donde uno, -ahora a la distancia-, se da cuenta que fue feliz.
Los que vivieron en épocas donde no existía la calefacción central ni los calefactores a gas, seguro recuerdan la ceremonia de preparar los “calientapies” en las noches de invierno. La abuela colocaba arena en una fuente y la dejaba en el horno prendido, abajo y esa arena ya caliente, se pasaba por un colador de chapa a unas botellas de cerámica gris o marrón que bien tapadas, se metían adentro de la cama para que calentaran las sábanas frías de algodón, blancas como las grandes heladas que congelaban hasta el agua de las cunetas.
En el ingenio de la pobreza hasta los ladrillos calientes envueltos en diarios reemplazaba al verdadero y caro “calientapies”, una botella de cerámica horizontal que se llenaba de agua caliente por un tapón que tenía arriba [i].
La botella de la imagen tiene el sello de una empresa líder de principios del 1900, una casa de comercio, la elegante casa “Gath & Cháves”, que como presente y publicidad para sus clientes, ofrecía un calientapiés de regalo.
EL CALIENTAPIÉS DE GATH & CHÁVES
La empresa Gath & Cháves se formó con la unión de un santiagueño (Cháves) y un inglés que en 1883 fundaron la sociedad “Gatichávez”, -como se pronuncia en español-, un local donde vendían ropa de caballeros confeccionada con telas inglesas. Gath y Cháves cerró en 1974 pero los preciosos edificios construidos en 1912 y 1925 aún pueden verse en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires.
En esos tiempos, la Argentina se perfilaba como uno de los mejores países del mundo y la burguesía miraba hacia París y Londres, imitando su estilo de vida y por supuesto la moda tanto para la dama como para el caballero.
La botella era de regalo para esos clientes: blanca y esmaltada, con el sello de la empresa filigramado y finamente decorado, con el brillo y la elegancia de Gath y Cháves y la cerámica inglesa. El tapón con sello dice: “Doulton Lambeth”, realmente, una botellita de lujo que se rellenaba con agua caliente y no con arena como hacían en el campo.
Abajo, en letras negras se ve la marca de la empresa fabricante: “Lambeth Pottery. London”, compañía de prestigio que aún daba mayor brillo y distinción a la empresa que la obsequiaba.
LAS CERÁMICAS INGLESAS DE LAMBETH
La compañía Doulton Lambeth, fue una empresa inglesa fundada en 1826 fabricante de una amplia gama de productos cerámicos en el área de Lambeth, en Londres.
Construía bustos y esculturas de terracotas, aislantes eléctricos, cerámicas industriales de gres y accesorios sanitarios con la técnica de esmaltado con sal usando como materias primas al arsénico, la arcilla de Dorset, carbón, plomo, arena, estaño, cobalto, cobre, manganeso y antimonio.
Desde 1853 hasta 1902, Doulton sellaba sus mercancías como “Doulton Co.” y a partir de 1902 cuando se le otorgó una orden real, pasó a llamarse “Royal Doulton” por lo que se infiere que el calientapiés de la imagen, fue construido antes de 1902. Inicialmente, la empresa fabricó productos de gres esmaltados a la sal y a partir de 1860, se transformaron en los uno de los primeros fabricantes británicos de cerámica artística incluyendo botellas, jarras, tarros utilitarios y decorativos destinados a posadas y pubs destacándose también en la fabricación de pipas y terracota arquitectónica.
MARAVILLOSAS BOTELLAS CALIENTAPIES “DOULTON”
¡Es increíble cuánto nos puede contar una pequeña botellita calientapies!
Ella nos habla de fríos inviernos y pobreza; del ingenio de los abuelos para calentar las camas con botellas de gres rellenas de arena o agua caliente; de los tiempos de esplendor argentino cuando la burguesía se vestía con las preciadas telas inglesas; de las lujosas tiendas y almacenes porteños donde la damas paseaban con vestidos largos y sombrillas; de los caballeros con galera y las preciadas pipas “Doulton”; de los juegos de loza importados que muchos guardan en vitrinas porque son “recuerdo de los abuelos”…
Maravillosa botellita calientapies…En ella se lee: “CONFIABLE CALIENTA PIES DOULTON” de Cerámica Lambeth.
Toda una leyenda…
- Botellas usadas como calientapies: la marrón más alta es una botella de ginebra de gres, es muy pesada y pesa más que el calientapies.
- Dos botellas de cervezas muy antiguas de 1860 aproximadamente: una de cerveza negra y otra de cerveza blanca que se rellenaban de agua caliente para llevar a la cama. Colección particular de Daniel Rodríguez Zouza.
[i] De este tipo de calientapies se han encontrado en excavaciones del casco histórico de la ciudad de Buenos Aires. En la campaña bonaerense se usaban botellas de gres ya que los arqueólogos han hallado ese tipo de cerámicas o gres, pero en fragmentos pequeños y sin sellos.
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