Crónica del caso Woldryk a un mes de su desaparición
La investigación avanza a un mes de que se perdiera contacto con Juan Woldryk y los culpables de su desaparición tienen nombre y apellido. Sin embargo, la preocupación de sus familiares y amigos crece porque el joven no aparece.
El 30 de marzo de 2022 las alarmas se encendían en Bolívar por la desaparición de un trabajador rural. Su nombre, Juan Woldryk.
Dotaciones de bomberos voluntarios, con apoyo de Policía local, comenzaron a rastrillar la zona donde fue visto por última vez, el establecimiento “El Rincón”, un campo ubicado a unos 50 kilómetros de la planta urbana de Bolívar que es propiedad de Biscardi.
Lo que nadie imaginaba aquel miércoles, es que 31 días después, el oriundo de General Alvear seguiría sin aparecer.
Es que luego de que fracasara esa primera búsqueda, continuaron llevándose a cabo nuevos operativos que alcanzaron su punto más álgido el miércoles 4 de abril cuando cerca de 300 personas, entre ellos hombres especializados enviados por la Provincia de Buenos Aires, rastrillaron unos 29 kilómetros a la redonda utilizando caballos, perros entrenados, drones, buzos tácticos y un diverso equipamento.
Ya para ese entonces, la noticia había tomado alcance nacional y los medios de Capital Federal comenzaban a hacerse eco de la misma para trasmitirla a todo al país. Sobre todo porque la fiscal a cargo de la investigación, María Julia Sebastián, había encontrado pistas más que contundentes que indicaban que Juan Woldryk venía siendo víctima de una extorsión.
En efecto, la hipótesis se iba a confirmar más adelante, al darse con la identidad del extorsionador: Luis Miguel Galeano, un recluso que cumple con una una condena en la Unidad Penal Nº3 de San Nicolás y dirigía desde allí la maniobra fraudulenta con al menos 3 personas más.
Una serie de allanamientos terminarían por confirmar las sospechas y por ello a Galeano y a otro recluso llamado Fernando Esperón Listorti se les ordenó su detención, por considerarlos, a prima facie, responsables de la desaparición de Woldryk.
En síntesis, Woldryk podría haberse fugado por vergüenza o bien, no descartan, pudo haber tomado una decisión más drástica, ya que él creía que había cometido un aberrante delito. Es que Juan habría sido víctima de una maniobra de seducción, a través de redes sociales, con un usuario trucho que se hacía pasar por una mujer y le solicitaba fotos íntimas.
La banda de Galeano luego, se haría pasar por un fiscal para decirle a Woldryk que sus fotos habían sido enviadas a menores y eso configuraba un grave delito. Además, le aseguraban que su única forma de mantenerse en libertad y que no caiga en prisión era que les haga entregas de dinero. Al menos un pago fue comprobado, de hecho Juan Woldryk vendió un vehículo para luego hacer una transferencia bancaria a un comisionista de San Pedro que finalmente haría un viaje hasta la cárcel de San Nicolás, para hacer entrega a Galeano.
Confirmada la maniobra de extorsión, y antes de las órdenes de detención emanadas por la Justicia, continuaron los operativos de búsqueda con una serie de allanamientos que llegaron distintas localidades de la zona. El hallazgo más significativo ocurrió el 10 de abril cuando encontraron prendas de vestir pertenecientes al joven de 30 años en inmediaciones del canal “El Mercante” en el Partido de Carlos Casares.
La investigación avanza a un mes de que se perdiera contacto con Juan Woldryk y los culpables de su desaparición tienen nombre y apellido. Sin embargo, la preocupación de sus familiares y amigos crece porque el joven no aparece.
Una serie de marchas se produjeron en General Alvear y este viernes los manifestantes se hicieron oír en Bolívar frente a la fiscalía. Si bien la familia respalda el obrar de la Justicia, amigos y conocidos de Juan no se muestran conformes ante al falta de respuestas respecto de su paradero
La Mañana de Bolivar
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