EL CASO HABÍA OCURRIDO EN LA
PATRULLA RURAL DE RAUCH
La misma Cámara Penal de Trenque Lauquen que en segunda instancia absolvió a un policía y redujo las condenas de dos más, resolvió conceder días pasados tres recursos extraordinarios de inaplicabilidad de la ley, los cuales fueron presentados por dos de los defensores de los encausados y el Fiscal General interino del Departamento Judicial Azul.
Eso significa que todavía ninguno de los fallos ha adquirido rango de firmeza y que el caso será revisado ahora por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia, según explicó a EL TIEMPO el abogado de unos de los policías.
Dos de esos recursos, los formulados por las defensas de los policías condenados, han sido presentados con la intención de revertir ese fallo de segunda instancia de la Cámara Penal de Trenque Lauquen.
El tercero, desde la Fiscalía General de Azul, apunta a revocar las absoluciones parciales de esos mismos policías implicados en un caso de “apremios ilegales” ocurrido en la Patrulla Rural de Rauch en mayo del año 2010. También, a que se revea la situación de otro funcionario policial, que primero fue condenado en el juicio que por el caso se hizo en un Juzgado Correccional de Azul y que después, apelación mediante, fue absuelto por la Cámara Penal de Trenque Lauquen.
Nada firme
Los fallos que en segunda instancia la Cámara Penal de Trenque Lauquen había modificado fueron en respuesta a apelaciones presentadas después del juicio que se hiciera en el Juzgado Correccional número 2 de Azul en 2012.
El 22 de mayo de ese año el juez Héctor Torrens había condenado a tres de los seis policías que fueron juzgados.
Las sanciones más graves recayeron en un funcionario policial azuleño que al momento de ocurrido el caso era el jefe de la Patrulla Rural de Rauch.
Llamado Cristian Orlando Peralta y de 33 años de edad, en aquel debate fue hallado autor penalmente responsable del delito “privación ilegal de la libertad por abuso funcional en concurso real con vejaciones y apremios ilegales en acto de servicio”.
La condena que en primera instancia Peralta recibió fue de cinco años de prisión y diez años de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos.
Cuando su situación fue apelada por la Dra. María Paula Serrano, recientemente nombrada fiscal en Olavarría, la Cámara Penal de Trenque Lauquen le redujo la sanción al policía, al modificar la calificación del hecho.
De esa manera, en segunda instancia, los jueces Guillermo Glizt y Jorge Gini consideraron al efectivo de seguridad azuleño autor de un caso de apremios ilegales en acto de servicio y le impusieron una pena de tres años de prisión de ejecución condicional y otra de seis años de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos.
Actualmente ese fallo vuelve a no estar firme, ya que el nuevo Defensor Particular de Peralta, el abogado Marcelo Títolo, es quien presentó ante la Cámara de Trenque Lauquen ese recurso extraordinario de inaplicabilidad de la ley que ahora lo habilita para que la situación procesal del ex jefe de la Patrulla Rural de Rauch sea revisada por la Suprema Corte.
Al defensor Oficial Marcelo Sobrino también le ha sido concedido ese recurso de inaplicabilidad de la ley con relación a otro de los policías condenados.
El funcionario judicial está representando en el caso a Hugo Daniel Mansilla, un efectivo de seguridad oriundo de Cacharí que tiene 38 años de edad.
La Cámara Penal de Trenque Lauquen, en segunda instancia, lo consideró -al igual que a Peralta- autor del delito apremios ilegales en acto de servicio. Pero en su caso, lo condenó ados años de prisión en suspenso y al doble de tiempo de esa pena para ejercer cargos públicos.
Ese fallo es el que el Defensor Oficial intenta que se revierta, en busca de la absolución del policía, ante el máximo tribunal provincial, después de que en el juicio que se hiciera en Azul a Mansilla -que era el segundo jefe de la Patrulla Rural de Rauch- lo habían sentenciado a cuatro años de prisión y a ocho de inhabilitación para ejercer cargos públicos, también como autor penalmente responsable de los delitos “privación ilegal de la libertad por abuso funcional en concurso real con vejaciones y apremios ilegales en acto de servicio”, calificación que luego la Cámara Penal de Trenque Lauquen no mantuvo.
Esa misma Cámara fue la que, al revisar la situación del tercero de los policías condenados en aquel juicio que en mayo de 2010 se hiciera en Azul, se pronunció a favor de su absolución.
Llamado Gustavo Walter Caputo, oriundo de Las Flores y de 52 años de edad, luego de la apelación presentada por la defensora Oficial Adriana Hernández se produjo en esa segunda instancia la revocación de su condena.
En el juicio, Caputo había sido condenado como autor del delito “apremios ilegales en acto de servicio” a tres años y seis meses de prisión y a siete años de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
En el tercero de los recursos extraordinarios de inaplicabilidad de la ley que ahora los camaristas de Trenque Lauquen han concedido, se incluye el pedido del Dr. Cristian Citterio, fiscal General interino de Azul, para que se revean tanto las situaciones de Peralta y Mansilla como la de Caputo.
El funcionario judicial intenta en esta nueva instancia judicial abierta por el caso que la Suprema Corte retrotraiga lo actuado hasta el momento a lo que en primera instancia había dispuesto el juez Correccional Torrens, cuando en aquel juicio realizado en mayo de 2012 en Azul los tres policías fueron condenados.
Detenidos y golpeados
En la ciudad de Rauch, el 25 de mayo del año 2010, se produjeron las detenciones de dos presuntos cazadores que derivaron luego en que seis policías de la Patrulla Rural de Rauch fueran procesados.
En el juicio que se hizo en Azul quedó demostrado que las personas fueron privadas de la libertad sin motivo justificado. También, que mientras permanecieron en la sede de la seccional policial rauchense -que por aquel tiempo estaba a cargo de Peralta- fueron agredidos, supuestamente para conseguir información sobre un robo que días antes había ocurrido en esa vecina ciudad.
Entre las agresiones que sufrieron, según relataran en el juicio, hubo golpes con guantes de box y los rociaron con gas pimienta. Además, a uno de ellos le colocaron una bolsa de nylon en la cabeza y también amenazaban con cortarle los dedos con una tijera.
Que en segunda instancia los hechos no quedaran demostrados como en principio lo sostuvo el juez Héctor Torrens implicó un cambio de calificación, que se tradujo en que tanto Peralta como Mansilla fueran condenados por la Cámara Penal de Trenque Lauquen a sanciones más leves, al tiempo que también los jueces se pronunciaran a favor de la absolución del tercero de los efectivos de seguridad implicados en el hecho.
Pero todos esos pronunciamientos siguen todavía sin adquirir rango de firmeza y por el caso se ha abierto recientemente una nueva instancia judicial, ante los recursos presentados por dos de los abogados de los policías condenados y por el Fiscal General interino de Azul.
El dato
Cuando los policías fueron procesados, eso implicó que todos fueran apartados de sus funciones y pasados a disponibilidad preventiva por decisión del Ministerio de Seguridad de la Provincia, tal como sucede en estos casos. Actualmente, tanto Mansilla como Peralta siguen sin trabajar en la Policía.
Desde la Cámara Penal de Trenque Lauquen, que intervino en segunda instancia, días pasados se concedieron tres recursos extraordinarios de inaplicabilidad de la ley para que lo resuelto sea revisado por la Suprema Corte. Con diferentes enfoques, las apelaciones fueron presentadas por los defensores de los policías condenados y por el Fiscal General interino de Azul.
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