17/9/19

«Que nunca se acabe la paciencia y perseverancia, la fe y creencia en que todos pueden aprender, la humildad, el sueño de construir un mundo mejor para todos»

Feliz día Profesores!
La vocación no es un llamado que le llega a cualquiera. La vocación que cada uno descubrió          para cumplir los objetivos de esta función determinante en la historia de las sociedades, es  subjetiva, íntima,  y creadora.
En el tránsito por las aulas, nunca se deja de enseñar y de aprender. Es una eterna lucha,        haciendo causa común con los alumnos, contra fantasmas y miedos, problemas existenciales          para ellos, que los Profesores  vivieron antes.
Animando. Fortaleciendo  y apaciguando. También imponiendo orden y disciplinando,              además de entregar las pautas para que aprendan, y de paso, reforzar valores y ayudarles                    a descubrir sus capacidades y limitaciones.
En este complejo mundo, donde todo marcha rápido, la vorágine de información nos                  aplasta y absorbe. Nos presiona hasta despersonalizarnos y seguramente dificulta la tarea.
Y ahí está el profesor, la profesora, tratando de ir más allá de todo,  logrando metas y              objetivos, evaluando logros, planificando clases, corrigiendo y dándolo todo, más allá del              tiempo y del espacio.
Estamos en un tiempo de cambios y transformaciones en que,  el que enseña, tiene mucho                que decir y que hacer.  
Queridos Profesores: Que nunca se acabe la paciencia y perseverancia, la fe y creencia en                que todos pueden aprender, la humildad, el sueño de construir un mundo mejor para todos,                y el enorme corazón para albergar los más puros sentimientos hacia quienes esperan todo de ustedes: los niños y niñas, la juventud, el futuro del mundo.
Feliz día Profesores!!

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