14/12/20

 Historia del afilador y su inconfundible instrumento

Sonido de la Infancia

 

Si existe un sonido de nuestra infancia que de vez en cuando aún resuena        en la vida moderna es el del afilador. Ese señor que, generalmente en      bicicleta, pasa con sus piedras para sacar filo, haciendo sonar un      instrumento que todos reconocemos pero muy pocos pueden saber como          se llama, en que consiste, cual es su historia, cuanto cuesta, donde se      compra y para que otras situaciones sirve. Estamos hablando del "Chiflo"          o también llamada "Flauta de pan".

El afilador y la flauta de Pan

En los años 50, hasta los 80 era común encontrar en los kioscos pequeños chiflos plásticos para niños que también venían como regalo en alguna golosina y hasta dentro de las piñatas de los cumpleaños.

Pero difícilmente hayamos alguna vez ahondado en la historia de la Flauta        de Pan y su relación con este oficio de quien afila cuchillos, navajas,            tijeras y cualquier elemento de corte casero.

La tradición viene de Galicia, en España, a donde ya se conoce la          existencia de este oficio desde el siglo XVII. El lugar más probable del nacimiento de la particular simbiosis entre afilador y el chiflo es la          provincia de Orense y se debe a que entre los instrumentos para tocar        música gallega, además de la gaita reconocida mundialmente, también se encontraba la Flauta de Pan.

Es un elemento muy simple y básico que sólo emite un sonido de escala            de lo que serían las notas blancas de un teclado, y el afilador lo único que    tiene que hacer es soplar de una punta a la otra para provocar esa música inconfundible y característica de escalera tonal de graves a agudos y    viceversa.

En las redes pueden todavía, al día de hoy en el siglo XXI, leerse historias        de afiladores en su mayoría por los conflictos que se producen al no        acordar previamente un precio determinado por la labor. Por lo menos en Argentina, especialmente en el conurbano bonaerense y en ciudades del territorio provincial, el afilador no tiene por costumbre ser demasiado        explícito con sus "honorarios" por su tarea y a la hora de haber concluído          la labor suele cobrar "a ojo" lo cual hace que el ocasional cliente no tenga demasiado derecho a pelear ese valor por haber sido ya consumada la        tarea.

Volviendo al instrumento, pocas son las ocasiones en las que puede          oírselo en circunstancias distintas a las del uso del afilador, pero hay un      video en el sitio YouTube que explica técnicamente el funcionamiento de        este chiflo y además muestra como una famosa canción del grupo sueco          de los años 70, ABBA, puede ser interpretada, en uno de sus fragmentos,       por esta Flauta de Pan.

El SECRETO detrás de la FLAUTA de EL AFILADOR

La crisis económica desatada en el 2020 por el coronavirus y el desempleo      que esa situación trajo aparejado hizo tanto en el verano boreal europeo      como ahora en el comienzo de nuestro verano austral, que este oficio algo olvidado pero cuentapropista, vuelva tímidamente a proliferar sobre todo         en los barrios a donde el chiflo ha retornado para escucharse más asiduamente.

Fuente: Infocielo

No hay comentarios:

Publicar un comentario