3/10/14

EN LA SEMANA DE LA NO DISCRIMINACIÓN ¡CELEBREMOS LAS DIFERENCIAS!
Discriminar es separar, diferenciar o excluir a alguna persona, o tratarla como un ser inferior, o privarle de derechos, por ciertas características físicas, por sus ideas, por su religión, por su cultura, por su orientación sexual, por su posición económica, u otros motivos aparentes. Este menosprecio hacia el considerado “diferente” afecta su dignidad humana, y lo somete a maltratos y abusos.

Más allá del marco legal, que afortunadamente existe, el cual avala la igualdad entre todos los hombres, es importante entender que la "no discriminación" pasa sobre todas las cosas por la actitud de cada uno ante el prójimo. Es que para lograr una situación de real igualdad, debemos reflexionar en todo momento, y no sólo ante aquellos hechos extraordinarios que nos tocan el corazón.

Pensar siempre en el Otro, ponernos en su lugar. Allí está la clave.

Esta semana es una buena ocasión para asumir y transmitir esta necesidad.

Existe un peligro mayor en esta cuestión de aceptar las limitaciones de los demás. Algunas veces, tendemos a considerar como limitaciones las cualidades que son, en realidad, la fortaleza de la otra persona.

“Apelar a la igualdad no equivale a decir que no existe diferencia entre las personas, sino más bien que una sociedad que respeta auténticamente el principio de igualdad, es aquella que adopta un criterio inclusivo respecto de las diferencias humanas y las tiene en cuenta en forma positiva “
(Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad)

-ISFDYTN°76. PROFESORADO DE EDUCACION ESPECIAL-

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