11/11/15

Asdrubal Restivo | Homenaje
Hombre de los medios, de los de abajo, los que laten con la baldosa y la tierra.
Hombre de medios de los de abajo. Los que laten con las baldosas y la tierra. Que vienen para decir y sobre todo para unir la alegría pueblerina que se necesita. La risa como insulina, el vozarrón de otros tiempos prendiendo el fueye de una radio que jamás se apagó. Siempre estuvo en el éter de la vida comunicando con su don bendito de la palabra que se abona con la calle.
"Mi universidad fue la calle", me repetía siempre con la voz más gruesa por el cigarro y su arrabal de barrio. Vivió en Brasil unos años, le manejó el colectivo y los whiskys a Cacho Castaña en Buenos aires de los ochenta, se la rebuscó como esos gitanos de alma que nunca dejan de tejer su propia realidad: fue periodista de oficio - siempre se lo dije- tiene una foto hermosa con el Enzo en cancha de River que lo retrata con su barba, su campera de cuero y esa avidez de los que buscan la vida que quieren. Así fue movilero de TYC cuando Carburando recién empezaba, fundador de la FM Spazio en General Alvear por los principios de los 90 donde después siguiendo sus pasos también llegue a tener mi programa en la adolescencia, condujo programas de deportes en la televisión, coordinó el Canal 5 y no paró nunca. Fierrero de ley que siguió con su cámara o su handy los turismos carreteras de cualquier liga. Su amor por los bólidos nunca conoció de categorías porque el tronar de los motores era la música que lo hacía caminar a cualquier sitio: La Plata, Roque Perez, Olavarría.
El tío Asdrubal, amigo del pueblo, caminador incansable, personaje entrañable. El corazón frenó el motor una madrugada de primavera del 9 noviembre. Ojalá esté ingresando a la divinidad de Baal: esta divinidad fenicia de Asia menor que le dio sentido a su nombre Asdrubal, protegido de Baal. Se lo va a extrañar mucho al tío, pero de todos modos me nace decirle desde acá abajo: gracias por haber prendido el fuego. La comunicación popular no tiene fronteras, es un oficio que tiene su dial en el alma.
Tu sobrino Matias

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