9/7/16

CATALINA LOZA, LA JEFA DE LA PATRULLA RURAL DE GONZALEZ CHAVEZ QUE NO LE DA TREGUA A LOS CUATREROS

La Alvearense, Principal Catalina Loza combate la inseguridad en los campos de González Chaves con una fuerza de 25 efectivos a su cargo.
En la provincia hay quejas por las demoras en el proceder de la Justicia
A principios de mayo, un productor de la localidad de Gonzales Chaves,             en la provincia de Buenos Aires, denunció el robo de vacas y terneros.               Al día siguiente, la policía rural localizó los terneros en una chacra a         escasos cinco kilómetros de Laprida. En ese campo se encontró                 además hacienda sin marcar que el dueño del campo no pudo                   acreditar como suya, así como animales marcados de otros productores           que no habían realizado la denuncia y que también tendrán que demostrar como llegaron hasta ese predio. La policía identificó además al camión que trasladó los terneros, a su dueño y a quien actuó como entregador.
Sin embargo, por asombroso que resulte, y a pesar de que el caso estaba virtualmente resuelto, la Justicia no ordenó ninguna detención y no           incautó el camión, si bien se trataba de un caso de abigeato agravado.           Sólo autorizó el allanamiento varios días más tarde del supermercado               que es propiedad de quien explotaba la chacra de Laprida donde se         encontró la hacienda robada, cuya carnicería hoy sigue funcionando.
La lentitud de la justicia, o su falta de acción, son una constante en los         casos de abigeato y de inseguridad rural. Los miembros de la Mesa de prevención contra los delitos rurales de la provincia de Buenos Aires,     integrada por las cuatro entidades rurales, las casas consignatarias de       ganado y el mercado de hacienda de Liniers, afirman a coro que se trata             de una mezcla de exceso de garantismo, desconocimiento e inoperancia.
En cambio, destacan el funcionamiento de la policía rural, un cuerpo                   que se creó por su propia iniciativa. Primero, dependiente de las             comisarías de cada pueblo, y luego gracias a la presión que ejerció la           mesa, con una superintendencia propia.

Mujer policía

La protagonista excluyentes del hallazgo de los terneros en el campito               de Laprida es la jefa de la patrulla rural de Gonzales Chaves, la principal Catalina Loza que con apenas un mes a cargo de esa dependencia y             siendo la primera mujer en ocupar ese puesto, logró encontrar a los         culpables en tan solo un día, con la ayuda de la policía rural de la zona.
De 34 años, Catalina sabía que iba a ser policía desde su infancia en               una chacra familiar de General Alvear. Junto con su prima, hija de un         policía, habían decido que eso era lo que querían ser de grandes.             "Siempre quise ser policía porque desde chica me inspiraban respeto,         sentía que me cuidaban, y además porque me gusta que las cosas                 estén bien", dice Catalina, y agrega: "Tenemos que reivindicar la                 fuerza, revertir lo que no funciona".
Comenzó en una comisaría, pasó por la comisaría de la mujer, fue la           primera mujer como jefe de calle en la comisaria de Olavarría, estuvo                 al frente de la Delegación Distrital de Investigaciones (DDI) de Tres             Arroyos y ahora se hizo cargo de la patrulla rural de Gonzales Chaves.         Cuentan los propios integrantes de la Sociedad Rural de Chaves que al principio no le tenían fe, por su edad y por ser ni mas ni menos que             mujer en un ambiente en el que las "femeninas" para decirlo en idioma         policial no son moneda corriente. Pero al poco tiempo se ganó su lugar               y el respeto de las 28 personas a su cargo. "Para las mujeres es una         profesión difícil, pero no es imposible y por suerte mis jefes me dieron la posibilidad de demostrar que podía estar en este lugar". Tanto ella como       José Luis Quarlieri, a cargo de la Superintendencia de Seguridad Rural               y de las patrullas rurales esparcidas por la provincia de Buenos Aires                 se quejan del funcionamiento de la justicia.
Foto: Mauro V. Rizzi

Tres fiscalías rurales

"El delito rural es esencialmente distinto del delito urbano, y la           investigación debe estar a cargo de gente que conozca el terreno en el             que se mueve", dice Héctor Hernández Vieyra, uno de los referentes                   en materia de seguridad de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Por eso,         creen que sería fundamental replicar el mismo modelo de la policía                 rural en el ámbito de la justicia y crear fiscalías especializadas en                 delitos rurales dependientes de una fiscalía general para el delito rural.
Una anécdota puede servir para ilustrar la falta de conocimiento de los funcionarios judiciales. Durante una reunión en el Ministerio de                 Seguridad se trataba el robo de una serie de herramientas y maquinarias           en un campo de la provincia de Buenos Aires. Al leer el inventario del            hurto, el fiscal se sorprendió y dijo: "¡yo lo que no entiendo es qué                 tiene que hacer un pájaro entre todas estas cosas!". Obviamente, no                 se refería a los valiosos canarios que se le atribuyen a De Vido, sino                     a un chimango, la herramienta que se usa para cargar cereal.
La mesa de prevención contra los delitos rurales de la provincia de             Buenos Aires logró hasta ahora la creación de tres fiscalías de           competencia exclusiva para el tratamiento del delito rural, la primera                   en 9 de Julio, creada en 2012, la de Olavarría, y una en Bahía Blanca.
La semana pasada, en una reunión con el secretario de seguridad de                   la Nación, Eugenio Bruzaco se acordó replicar el sistema de los               Comandos de Patrullas Rurales (CPR) en todas las provincias argentinas.         Se acordó también crear mas fiscalías que atiendan específicamente la       temática rural. "Esto es fundamental porque las leyes de hoy hacen que             la policía sea solo un auxiliar de la justicia y que las órdenes de las investigaciones estén a cargo de los fiscales", explica Mario Conlon,                 de la comisión de seguridad de Carbap.
Por otro lado, se sigue trabajando en la prevención porque, insisten,                 una vez que el delito se genera y le toca actuar a la justicia, la cosa                 pocas veces se resuelve. De esto puede dar fe Raúl Víctores,                 presidente de la Sociedad Rural de San Pedro, una zona en la que                       en los últimos años se registraron hechos de gran violencia hacia         productores agropecuarios. Ahora, si bien los robos han disminuido,                 la justicia, según Victores, deja mucho que desear: "Hace poco             detuvieron a gente con fruta robada, los llevaron a la policía, uno de               ellos tenia antecedentes, pero el juzgado de Garantías y la fiscalía los       liberaron a las cinco horas. Si no se revé eso, será muy difícil luchar             contra la delincuencia."
Los consultados insisten en que se realicen las denuncias. "Tenemos               que crear cada vez mas confianza con la policía, porque estos hechos             tienen un efecto depredatorio, la gente se vuelve a vivir a los pueblos,         cambia sus hábitos, su carácter", dice Eduardo Crouzel de la mesa de seguridad rural por el Centro de Consignatarios.
Según las cifras de la superintendencia de delitos rurales, estos se         redujeron; además aumentó el porcentaje de esclarecimiento. En                   tanto, todavía existen zonas mas calientes, como las linderas al             conurbano bonaerense, o el cordón de la Ruta 6. "Cuando se cree el               CPR de La Matanza vamos a poder trabajar mejor, porque esa zona                 sigue siendo la mas afectada", dice Quarlieri.
El equipamiento de las patrullas rurales dista todavía de ser el               adecuado. Sin embargo, ya esta dando buenos resultados a pesar de                   la lentitud judicial.

Consejos para la prevención

Los expertos recomiendan una fluida comunicación con los vecinos                     y con la patrulla rural; avisar sobre la presencia de cazadores furtivos               con armas; asegurar las tranqueras de ingreso; iluminar accesos y               patios externos e implementar la activación de alarmas o cámaras de seguridad; contar con perros guardianes. Y evitar el uso de la fuerza                 por mano propia y armas de fuego contra terceras personas.

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