12/1/17

Che vos Doctor, historias de un médico rural.

El Dr. Bernardino Althabe.
Por Lis Solé.
Hay una frase de Bertol Brech que dice así: “Hay hombre que luchan un           día y son importantes… Hay hombres que luchan mucho tiempo, y son mejores… Hay otros que luchan toda la vida… Y son imprescindibles”.             Hay hombres importantes, mejores e imprescindibles siempre y en todos lados… A veces, los vemos representados en las figuras modelos de cada Nación, en los próceres y personas que marcan la Historia de los pueblos.
El Dr. Bernardino Althabe es uno de ellos para la comunidad de General         Alvear. Nació en 1878 y a los 30 años, en junio, se recibe de médico en la Facultad de Medicina de Buenos Aires viniendo inmediatamente para         General Alvear. El 17 de Junio de 1908, firma el Acta de defunción de         Vicenta Fredes que fallece a los 97 años, lo que documenta su llegada a General Alvear en esa fecha.
A partir de ese año, atiende ininterrumpidamente en el pueblo hasta 1948.       Los primeros cinco años, comparte la actividad con el Dr. Agesilao                 Milano hasta que éste se va definitivamente en 1913.
El 1 de diciembre de 1912, se inaugura la sede del Banco Provincia. Ese             día se dio lectura al Reglamento Interno del Banco para la formación del Consejo que debía adminístralo. La confianza en el Dr. no permitió la       discusión en la elección del Presidente y fue elegido por unanimidad de       votos.
Bajito y muy activo, Bernardino Althabe recorre tanto la zona urbana             como rural… Es el único médico durante casi 8 años hasta que llegan               los doctores Lázaro Sirlin en 1918, Juan Basco en 1920, y el Dr. José             Isleño en 1921. Los dos primeros doctores están un año en Alvear. El Dr. Althabe trabaja solo, desde 1913 a 1921 que llega el Dr. Isleños, una       capacidad de trabajo impresionante si tenemos en cuenta que, en 1920,     cuando se inaugura el Hospital y es Intendente de Alvear, el pueblo tiene         6.825 habitantes, con 3.500 personas en el pueblo y el resto en el campo,         con muchos inmigrantes donde el “Che vos Doctor” era pronunciado con           el mayor de los respetos.
El Dr. Althabe era un médico de campaña y “recorría leguas y leguas en       coches de caballos. Durante unas inundaciones tuvo que ir a ver un         enfermo grave en “Los Flamencos”. Cuando volvió, el agua había           avanzado tanto que ya no podía volver al pueblo por la crecida del arroyo         Las Flores. Así que varios vecinos fueron caminando a esperarlo por las           vías hasta “La Cabaña” de Rocha, distante a una legua del pueblo. Entre           esos voluntarios estaba don Lorenzo Llantada a quién lo tiró la             correntada y alcanzó a sostenerse colgado de los rieles. Desde las vías, arrojaron lazos para sostener al Dr. Althabe y a su acompañante Luis Carlomagno hasta que cruzaron las aguas profundas.” Los               descendientes de la familia Ceci, lo recuerdan cuando visitaba a sus         pacientes y llegaba hasta ellos colgándose de las gancheras del carro     carnicero de Fossa para no mojarse los pies.
Durante su período como Intendente Municipal (1918-1922), ordenó que              se practicara el dragado del Canal Piñero. En ese tiempo había muchos       cerdos cimarrones que fueron perseguidos hasta su desaparición y en los campos cubiertos de juncales y alimañas se recomenzó la cría de ganado.
En el año 1920, se inaugura el Hospital “Bernardino Rivadavia” y el Dr.       Althabe es médico y Director durante 22 años, hasta 1941 que es         reemplazado por dos años por el Dr. Molina, continuando al frente del       Hospital desde 1943 a 1946.
Muchos lo recuerdan visitando pacientes en el campo a caballo o en un Chevrolet 40 conducido por el chófer Andrés Rodríguez. Era tan ansioso         que se bajaba del coche antes que frenara e iba corriendo a la par con el maletín en la mano.
Su vocación de médico iba más allá de la profesión. Atendía a todos por            igual: En 1921, la Sociedad Española le solicita a través de un Acta que         “cobre honorarios”. Su vida eran los pacientes y el consultorio donde         estaba todo el día. Nunca tuvo secretaria. En su casa, se encuentra un           enorme cuadro fechado en mayo de 1922, donde “la Asociación               Española de Socorros Mutuos de General Alvear realiza un             reconocimiento a los servicios ad honoren prestados a la Comunidad”         firmado por más de 30 vecinos.
En cierta oportunidad, el dueño de “Los Cerrillos”, Bernardo García             Núñez, fue herido por un peón con un arma blanca. La inestabilidad del         herido hizo imposible el traslado, así que vinieron a caballo hasta el             pueblo a buscar al médico. Althabe fue hasta allá y ante la urgencia,             operó a García Núñez sobre la mesa de la cocina salvándole la vida.           Muchas más anécdotas de sus casi 40 años como médico son recordadas         por los ancianos memoriosos.
El Dr. Bernardino Althabe, el “Pelado” Althabe o simplemente el Dr.           Althabe, fue el primer médico Althabe en el pueblo de General Alvear.           Como dijo Bertol Bresch, hay hombres que luchan toda su vida y no son         sólo importantes sino que han sido imprescindibles en la Historia de los Pueblos.
Nota: La foto pertenecía a Celestino Verón, ayudante de enfermería del     Hospital local, contemporáneo del Dr. Althabe.

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