7/7/17

Juegos de campo, días de colonos.

Por Lis Solé.
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 Juegos de antes, “juegos baratos” dice papá… Juegos que se hacían con       lo que había donde no hacía falta comprar para divertirse. Juegos sin         gastos, sin tecnología ni electricidad, juegos a campo, juegos de jugar…         Las escondidas, la doma del potro, el palo enjabonado, la carreras de       tanques, embolsados o de mellizos… Juegos que se recuerdan con         sonrisas de sentimientos buenos y sanos.
Sin psicoanálisis ni riesgos de convertirse en asesinos ni ladrones,               antes también jugábamos a la guerra, o al policía y al ladrón que no era           más que el poliladron…  Juntando leña por el monte se miraba bien cada       palo que pudiera transformarse en un revólver, una escopeta o una         espada… Se guardaban, recortaban y servían para el mejor de los duelos           y tiroteos entre un griterío infernal.
En las reuniones de las escuelas de campo no faltaban las carreras de           todo: infaltables eran las de embolsados. En esas épocas de colonias,           años 40 a 60 y más, había bolsas de arpillera en todas las chacras. Los       chicos, pero también los grandes, se prendían a todo; el orgullo         transformaba en canguro a cualquiera y las rodadas eran de película.                 Para ir más rápido, más de uno no agarraba bien la bolsa que se iba      resbalando poco a poco entre el aliento generalizado, perdiendo bolsa y carrera. Otros, al quedar la bolsa floja quedaban como maneados, se       tumbaban y caían entre grandes revolcones de polvaredas. Otras               carreras, eran las de gomas: dos personas adentro de una goma                   corriendo de costado para llegar a la meta. Había que buscar las                 gomas más finas y menos pesadas porque algunas eran demasiado             chicas. Si había muchas, se llevaban todas alrededor del cuerpo. ¡Y qué           lindo era cuando se conseguía una de tractor y había que cinchar para transportarla!
Una carrera genial era la de tambores. En las chacras había unos             tambores galvanizados bombé, muy fuertes, importados por la Shell o                 YPF que se podían empujar y no se reventaban cuando estaban llenos.     Estando vacíos rodaban con facilidad pero su forma los hacía ir como borracho, tambaleándose y casi ingobernables hasta que uno les               tomaba la mano. Sin el combustible y con cancha se podían llevar empujándolos a bastante velocidad haciendo las carreras apasionantes.
El palo enjabonado llevaba más tiempo de preparación: era un palo de           unos cuatro metros que se plantaba verticalmente y se embadurnaba               bien de jabón blanco. Antes de comenzar la competencia se mojaba para         que quedara resbaladizo y entonces, jóvenes y chicos trepaban con             manos y piernas para llegar hasta arriba y ganar la banderita. Nadie             quería ser el primero porque el palo tenía más jabón que se iba gastando         con los participantes entre la carcajada general.
Las carreras del huevo con cuchara eran un estropicio para los más       apurados. Parados en la salida con la cuchara con un huevo agarrada           entre los dientes,  muchos perdían el huevo “de arrancada”. Sin asco,         volvían por otro y vuelta a perderlo y pisotearlo; hay algunos que               parecen poco hábiles para todo, y esos eran precisamente el objeto de           miradas y causa de risa segura.
Tiempos de colonias, días de campo, de risas, de espontaneidad y           simpleza, donde lo esencial era divertirse sin hacer mal al otro. Tiempo               de juegos baratos y sonrisas en la cara y en el corazón.
Fotos:
  1. Año 1962. Encuentros comunitarios en la Escuela N°15. Ricardo y           Lidia Ceci, Adela y Norma Córdoba; Rubén Laplace; Jorge y María                 Inés Franceschini; Miguel Langoni; Cristina, Virginia, Edgardo, Juana “Pelusa” y Anselmo Merino; Rubén y María Luisa Crottolari; Horacio             Pérez; Elena, Horacio, Néstor y Beatriz Mengarelli; Rita y Edgar Re;       Oscar Tejedor; Elsa Houtre; Susana Nicora y Juan Carlos Gómez entre otros.
  2. Año 1964.Encuentro de Escuelas Rurales: Escuelas 8, 15, 17, 21 y 23           en el Casco de la ex estancia San Salvador del Valle, administración             de la Colonia San Salvador del Valle. 21 de septiembre de 196
Adhesión: 15 de Julio: Día del Colono en General Alvear.

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