25/8/17

Música en los oídos… Muletas en el alma

Por Lis Solé
 Qué es música? ¡Cuántas veces hemos repetido música es el arte de     combinar los sonidos! Sonidos de instrumentos, sonidos de pájaros,           ruidos de pasos, voces de las personas amadas… Sonidos agradables               al oído, muletas del alma.
Voces y ruidos que se graban en el inconsciente y se repiten hasta el         infinito. Canciones que nos transportan a momentos inolvidables, casi             tan importantes como los años, tal es así que no nacimos en los 40,             somos de la música de los 40, los 50 o los 80 porque sin duda, la música           es tan relevante como la vida.
Música y vida. Escuchar una melodía hace levantar el ánimo de               cualquiera. Es imposible pasar por delante de una radio, o la tele sin         extender el oído y escuchar. Ahora es fácil, antes no tanto. Por eso es               que en todas las casas  de antaño había algún instrumento, la infaltable guitarra, un acordeón a piano, bandoneones, verduleras, violines o       armónicas.
En Alvear, como en todos los pueblos del interior siempre hubo músicos aficionados que llevaban la música a todas partes. Los abuelos             centenarios recuerdan la orquesta del maestro Mileo: Leonardo C. Mileo.
Seguro que Mileo llegó con el tren, por ahí en compañía de su socio, el             Sr. Pérez, con el que había instalado desde 1920 en la casa del Sr.             Ambrosio de la Serna, a una cuadra del “Bar Gómez” en calles               Sarmiento y Roque Pérez,  un puesto de Frutas y Comisiones a la Capital Federal. Llevaban de todo: útiles escolares, fiambres, papas, carbón,             leña, huevos… O quizás vino directamente en 1916 para hacerse cargo               de la Banda de Música. Lo cierto es que se quedó en el pueblo y la banda, aunque reducida, era la delicia de la gente. Los jueves y los domingos de           las noches de verano tocaban en la Plaza, arriba del kiosco, que era como       una especie de escenario en el medio de la Plaza Principal. En invierno, temprano a la tarde, también se hacían las retretas.
Señoritas, hombres, niños y señoras caminaban por la Plaza escuchando         las melodías de la Banda de Mileo en las tardes de invierno, o los jueves y domingos en las noches de verano con paseos que se prolongaban hasta           las doce de la noche!
La Banda se mantenía con la colaboración pública cuyo monto variaba de acuerdo al estado económico de los contribuyentes. El director del diario         El Independiente, Sr. Ángel Rosales, el día 12 de octubre de 1927             solicitaba a la gente que ayudara a mantener la Banda para poder             disfrutar de su música, más que pronto llegaría la época veraniega y las infaltables retretas. De acuerdo a lo escrito en el primer Semanario, el sostenimiento de la Banda estaba a cargo de la Sociedad Blas Parera, encargada de la organización de actos culturales y sociales como las     populares Romerías Españolas. Esta Sociedad recibía una pequeña     subvención de la Intendencia Municipal y las cuotas mensuales de los         socios que eran pocos. Por ello, la Banda debía sostenerse con los             aportes públicos pero era sin dudas, un grupo de músicos reducido                 pero que recibían el elogio de las personas que visitaban el pueblo como       afirma el semanario.
Las retretas eran pequeños conciertos o recitales en la plaza, punto de       reunión de jóvenes y no tan jóvenes, atracción de niños y adultos  que       ofrecía muchas veces la ocasión propicia para los encuentros amorosos, difíciles en esas épocas donde había pocos lugares de encuentro.             Muchas melodías españolas e italianas, canciones propias de los       inmigrantes de General Alvear y en esos años, décadas del 30 y del 40,               la orquesta de Mileo ejecutaba pasos dobles, tangos, foxtrots, rancheras,       jotas y valses… Los bises de “A Sevilla muchachos”, “Mamá yo quiero               un novio”, “Pata Dura”, “Maíz frito” o “La Pulpera de Santa Lucía” eran interminables.
La Banda realizaba sus retretas en la Plaza Principal, pero también en los centros recreativos de El Parche, de Micheo y tuvo participación activa               en la inauguración de nuestra Municipalidad en 1930 acompañada por la       Banda de Bomberos de La Plata. El sueldo no era mucho si comparamos         que en las romerías de Micheo se recaudó 1.664 pesos en la venta de caramelos, y Mileo y su Banda cobraron 613 pesos.
Leonardo Mileo, tenía una personalidad muy particular. Una vez organizó         una colecta que por lo simpática, contó con un gran número de     contribuyentes: el fin era adquirir las gorras uniformes para todos los componentes de la Banda. Fue así que consiguió un total de 42 pesos:     Gorbea, Badiolo, Mantovani, Umaran, Pina, Di Primio, Nomdedeu, Del           Monte, Basterrechea, Goyena, Bibiloni, Garay, González, Mathet, Elías       Gómez, Juan Girotti, Pedro Orella, Arroyabe, Trezza, Perdriel, Benítez,       Cabrera, Velásquez, Remigia Neuville y muchos más aportaron UN peso         para comprar las anheladas gorras.
La Banda estaba integrada por 17 personas que tocaban tres bajos, tres     saxos, dos pistones, tres clarinetes, un bombardín, dos trombones, un redoblante, un bombo con platillos y por supuesto, el director Leonardo       Mileo que está en la imagen sentado en el centro con traje, chaleco,         corbatín, anteojos y sombrero.
La muerte lo sorprendió en Alvear, el 1° de septiembre de 1932 a la         temprana edad de 49 años. Su tumba, ha sido removida y ya no está                 más en el Cementerio local. Durante años, acompañó buenos y malos momentos de la población alvearense. Su nombre se ha olvidado, pero seguramente, su música levantó a más de uno, lo llevó seguramente             hasta su tierra natal con sus melodías italianas, inglesas o españolas,               fue testigo de amistades duraderas y amores para siempre y también                 de corazones engañados. La música siempre viene de la mano de               alguien, y juntos estuvieron, están y estarán poniendo muletas en el               alma.
Foto: Banda de Música de General Alvear.  Año 1916. Casa de la Cultura.
Agradezco a Carmencita Rosales de Escande y como tantas veces otras       veces a los hermanos “Monchi” y Carlos “el Gitano” Porta por confiar en           mí y compartir sus conocimientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario