21/9/17

Tres Arroyos: La alvearense Catalina Loza acusada de Abuso de Autoridad

El hecho ocurrió en un paraje de Tres Arroyos, ciudad donde la policía con licencia cumple funciones de Secretaria de Seguridad municipal.
El prestigioso diario “La Voz del Pueblo” de Tres Arroyos se hizo eco de lo ocurrido.
Loza realizó su descargo, el cual publicamos.
Nuestra inquietud periodística nos llevó a leer una información publicada           en el prestigioso diario “La Voz del Pueblo”, un medio de la ciudad de               Tres Arroyos.
El episodio ocurrió en San Mayol, localidad ubicada a 30 km al este de la     ciudad de Tres Arroyos, a través de la Ruta Nacional 3 para luego tomar             la Ruta Provincial 85. La noticia:
Abuso de poder en estado puro
El intendente Carlos Sánchez reaccionó con violencia ante la             manifestación de la subteniente Verónica Andrea Galeano respecto a la situación de falta de transporte escolar para sus hijos y otros jóvenes del pueblo, por la condición deplorable de los caminos, por la situación del destacamento que no tiene insumo alguno para trabajar, además de               contar con una camioneta de tracción simple en caminos rurales.
Pero principalmente fue calificada como "inútil", "desubicada" e       "inoperante", ante el accionar de la policía respecto a una familia que         usurpa una casa de Ferrosur y recibe ayuda municipal. Lo llamativo es             que los vecinos de los campos cercanos se encontraban en el lugar,   justamente para pedirle a Sánchez que actúe respecto a la familia en       cuestión.
Pero es más extraño aún que fue el propio intendente quien le requirió a             la subteniente información del Destacamento y necesidades del lugar y           del pueblo. Ante cada palabra que soltó, Galeano recibió críticas y         amenazas. Entre ellas la promesa de sacarla del pueblo y trasladarla,                 "al peor lugar que pueda". Y así fue, el intendente cumplió. Ese mismo       viernes siendo las 22, con firma del comisario Gabriel Blanco enviaron               un pedido de sumario a Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad provincial. Como principal motivo se esgrimía que la subteniente faltó               el respeto a la autoridad municipal y le dijo que lo iba a aprehender.           Cuestión que los testigos no negaron, todo lo contrario, puesto que la           mujer policía actuó ante la "invitación" a pelear que el jefe comunal le             hizo a uno de los productores presentes.
Además, le reclaman el uso del patrullero para llevar a sus hijos a la         escuela, una situación que se daba en circunstancia de tener que ir a         cargar nafta, debido a que como no tiene francos disponibles por ser la         única persona a cargo del Destacamento, no tenía tiempo ni la           disponibilidad para realizar cuatro viajes, dos por nafta y dos en su           vehículo particular a llevar a sus hijos a clase.
Entrometida
Catalina Loza es directora de Prevención Ciudadana, al interior de la       Secretaría de Seguridad la consideran la Inspectora de Tránsito, pero claramente no ejerce como policía sino como funcionaria política.
Su relación con Galeano no es cercana, aunque tuvieron un intercambio           de whatsapps en los que la autorizaba a traer a sus hijos en el patrullero             a la escuela. Loza que es mujer, agredió sin piedad a la policía, le gritó y           la insultó tanto o más que el intendente.
Pero sin tener nada que ver con ningún cargo que la habilite a cuestionar           a la subteniente Verónica Galeano en su función policial. Tampoco su             tarea está relacionada con la educación o con el transporte escolar o con alguno de los temas tratados durante la reunión en el Destacamento           Policial de San Mayol.
En su reclamo violento hacia la mujer policía aludió abuso de poder y         señaló la diferencia de cargo jerárquico, cuando actualmente es una                 civil a cargo de una función política.
Omisión
Francisco Aramberri no se involucró, no actuó con violencia verbal,           aunque permitió el destrato. Estaba allí por la cuestión de las familias               que usurparon casas en Mayol, pero no ejerció ni su función, ni defensa     alguna de la policía. Sólo los productores agropecuarios la defendieron tratando de bajar el tono de la discusión.
La reunión que mantuvieron en principio parecía que era por cuestiones educativas, luego derivó en el tema de las usurpaciones en la que la           policía había actuado, para terminar increpándola y recriminándole que               le pagaban el sueldo "al reverendo pedo".
La población pide a los policías que actúen según las obligaciones de su función y cuando lo hacen, el poder político elige "patotear". Los         funcionarios políticos deberían solicitar la intervención de la Justicia,       incluso, los funcionarios judiciales deberían intervenir de oficio. Se           maltrató a una mujer en inferioridad de condiciones laborales y             jerárquicas. Sánchez, Loza y Aramberri fueron violentos con una mujer             que se defendió y defendió a sus vecinos.
Fuente: La Voz del Pueblo (Tres Arroyos)
El descargo de Catalina Loza
Antes de publicar la información, nos comunicamos con Catalina Loza,         quien muy amablemente nos atendió y nos comentó la situación,             haciendo su descargo, el cual publicamos a continuación:
A la opinión pública:
En el marco del aparecido periodístico de los últimos días en un matutino,         en mi carácter de Directora de Seguridad y en primera persona por haber estado al momento de los hechos ventilados, es mi obligación dejar       constancia que los hechos no se sucedieron tal como fueran volcados           sino por el contrario me constituí juntamente con el Señor Intendente y el Secretario de Acción Social, Francisco Aramberri, en el destacamento de         San Mayol a los fines de interiorizarnos in  situ sobre acontecimientos             que habían llegado a nuestro conocimiento por meros comentarios.
Una vez allí la Sub Teniente Verónica Galeano,  en calidad de responsable         del lugar y en forma unilateral había convocado sin conocimiento y autorización pertinente de su jefe inmediato,  a vecinos del lugar para el tratamiento de cuestiones de índole y raíz política por sobre las que       motivaban nuestra presencia, que eran en primer término, interiorizarnos       sobre las actuaciones por la expulsión de una familia del lugar que se           había apersonado en el municipio en reclamo de queja por ese accionar           que según los dichos de la Sra.  Galeano, justificó su accionar porque             eran delincuentes por su sola palabra, sin sustento legal algo, lo que               llevo a que dijéramos que no se podía criminalizar la pobreza como lo           hacia ella con los integrantes de esa familia y el tema prioritario que era             la solución al transporte escolar de los menores, hijos de la mencionada,             ya que sabíamos que con total desconocimiento de sus obligaciones y responsabilidades transportaba a los mismos en un vehículo policial identificable desafectándolo de su misión de protección a los vecinos de         San Mayol, como mínimo dos veces al día por razones de índole personal           lo que implica en forma evidente el uso de los bienes del estado para       beneficio propio, es decir un delito que cometía casi en forma diario a             nivel público. Recuerdo que ante una consulta personal de la Sra.             Galeano hacia mi persona, con respecto a la necesidad de dicho           transporte, procedo a solicitar ante el Consejo Escolar, el requerimiento           en cuestión con el fin de asegurarle el traslado de sus 2 hijos mayores en     forma diaria al establecimiento educativo. Conciente de que se trata de un trámite personal, accedo a intervenir por una cuestión netamente de           empatía hacia la Sra. Galeano.
Sobre este planteo inicial y ante nuestra sorpresa, el vecino Enrique         Cervetti,  con una motivación que desconocemos comenzó a realizar         pedidos de índole estructural que refería a la seguridad pero que no corresponden al gobierno municipal como mejoras edilicias de fondo                 en el destacamento, provisión informática o aporte logístico a nivel           móviles todas necesidades que aun en  pleno conocimiento de su           existencia no están dentro de las responsabilidades del intendente como       Jefe de la policía comunal, ya que son circunstancias no abarcativas del convenio con la provincia.
A esta altura es dable reconocer que el nivel de la situación superaba los marcos de convivencia democrática incurriendo plenamente en reclamos           de carácter político que consideramos a esta altura de los acontecimiento          y el nivel de trascendencia casi un ardid o emboscada de la que fuimos ingenuos involucrados; así las cosas en reiteradas oportunidades trate de llamar a la mesura a la Sub Teniente Galeano, inclusive llamándola al             orden por mi condición de oficial policial en uso de licencia pero la misma       por el contrario, dañó mi envestidura haciendo extensivo sus dichos desobedientes al Señor Intendente , su jefe natural, momento en el cual y       ante el tono de la cuestión el mismo, con excelente tino sugiere continuar          la discusión ya política en la vía pública, fuera del ámbito institucional de         la policía, es decir el interior del destacamento, un lugar más idóneo a            esta altura del desmadre circunstancia aprovechada por el periódico             para  referir     que sus fuentes dijeron verse amenazados por el           intendente e invitados  a pelear, siendo esto una falacia total digna de un mesiánico o totalitario.
Tanto quien suscribe como el Señor Intendente optamos por retirarnos             del lugar sin por ello invitar a debatir las cuestiones de interés en el             ámbito adecuado tal como la constitución lo prevé es decir por los representantes del pueblo y no con actitudes arteras unilaterales con         interés marcadamente políticos y no vecinales.
Sí es veraz los dichos de la Sub Teniente Galeano en cuanto a que no pertenezco a la fuerza policial, pero en mi simple condición de ciudadana,       ella no puede ejercer el derecho al mal trato en el ejercicio de su función       como efectivo policial, ya que me encuentro en condiciones naturales de inferioridad. Y si en algún momento de la reunión se le llamó al orden fue meramente para recordarle que era la responsable del lugar y por ende la encargada de mantener un ambiente de respeto y cordura.
Para con la Sub Teniente Galeano se actuó a derecho informando a sus superiores las actitudes asumidas con total objetividad no requiriéndose           en forma puntual ninguna consecuencia que no corresponda al marco institucional de las responsabilidades, obligaciones y funciones que             hacen a dicha actividad; en el marco de los personal y aun tratándose de         una situación secundaria dentro de los hechos mencionados se dispuso         para que no prosiguiera incurriendo en como mínimo una falta en sus laborales, a diligenciar el traslado de los hijos en un remis a cargo del municipio.
Tenemos pleno conocimiento del porqué nuestra presencia en San Mayol.         Un accionar social de Estado sobre una familia que requiere la asistencia       plena del municipio.
No tenemos en claro el porqué de la presencia de ciertos vecinos, caso             el Sr Cervetti convocado por la propia Sub Teniente Galeano, quienes contrariamente al origen de la reunión, sólo actuaron fustigando la         presencia de las autoridades y volcando una problemática política que         dista del quehacer solidario para con la familia Rodriguez, constituida por         un matrimonio y sus 3 hijos de 5, 4 y 3 años.
Únicos protagonistas de esta historia.
Con el firme propósito de recurrir a la verdad, agradezco desde ya la         difusión de la presente,
María Catalina Loza

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