27/8/18

Se quebró el Director de la Unidad 30 al momento de la Triple Fuga y acusó a sus superiores

Reconoció que hubo “irregularidades” antes del escape.
Y también después de la entrevista donde se acusa a Aníbal Fernández
Un ex jefe penitenciario se quebró ayer ante el juez, lloró desconsolado          y reconoció una “serie de irregularidades”, que se produjeron poco       tiempo antes del hecho y luego de una nota periodística hecha por         Jorge Lanata, en la que se formularon acusaciones graves contra           Aníbal Fernández.
Durante una nueva jornada, en los tribunales penales de 8 y 57, del           juicio a los acusados por la triple fuga del penal de General Alvear,             Juan Pablo de Dios Beolchi contó que de ninguna manera era         aconsejable que los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor         Schillaci, presos condenados a perpetua por el triple crimen de             General Rodríguez, fueran trasladados al sector más inseguro:             sanidad del la Unidad 30 de General Alvear.
“Justo -agregó- había allí casos de tuberculosis y por ello se había       dado la orden que de ser necesario todos sean trasladados a Sierra Chica”.
El testigo, por momento quebrado hasta las lágrimas, recordó que             en el 2015 trabajaba allí como director de Asistencia y Tratamiento y       que al volver de una licencia, el 9 de octubre, el jefe lo envió a trabajar       a cargo de la seguridad exterior, como subdirector. También dijo que         le pareció “raro que de repente era jefe de la cárcel”.
El ex penitenciario dijo que se preguntó “cómo justo en esa época         me iban a poner a cargo de seguridad y sin ninguna resolución”.
También dijo que el destino que le dieron y la zona donde cumplía       tareas “era el más inseguro, cerca de la salida”, y que por ello implementó dos recorridas de guardias armados a la 1 y a las 5.
“Era la entrada principal al túnel de salida, cerrada con rejas”, y             que “unas 5 ó 6 se accionaban con una misma llave, es más, se         abrían con una llave T”, explicó.
El ex jefe, que fue exonerado de la fuerza luego de la triple fuga,         reveló que todo se complicó y “empezaron a producirse hechos       “raros”, como por ejemplo que “el funcionario del Ejecutivo César Albarracín concurriera una noche al penal para llevarse el DVR de           las cámaras del penal, luego de la nota que el periodista Jorge           Lanata le hizo a Martín Lanatta”, en la que el preso vinculó con el       tráfico de la efedrina y el triple crimen de General Rodríguez al ex           jefe de Gabinete nacional y candidato a gobernador bonaerense,         Aníbal Fernández.
El testigo estalló de bronca y lloró al recordar lo ocurrido y cómo fue echado de la fuerza, sin derecho a una jubilación, por esta fuga, de la     que responsabilizó a sus superiores por la desidia en los cambios         que hicieron en el penal, junto después de esa nota periodística.
“Mi madre murió cuando yo tenía 3 años. Me crió mi padre como         pudo y por suerte me enseñó una profesión, la de plomero, con la           que hoy me gano la vida”, dijo con su voz entrecortada.
Se presume que esta fuga pudo ser planeada por algunos         funcionarios, o que prestaron colaboración. El imputado Martín       Lanatta dijo el primer día del juicio que el fin era asesinar a los tres, durante el cinematográfico escape.
Albarracín se defendió de las acusaciones
Tras las acusaciones, el abogado César Albarracín salió a defenderse:     "El hecho que se refirió en la audiencia lo expuse yo mismo hace           más de dos años y medio en el expediente en el que se investigó               la fuga. Se trató de un acto funcional absolutamente público y       razonable que cumplí en el marco de mis atribuciones                           como subsecretario de política criminal. Cualquier especulación         sobre las filmaciones se cae ni bien se advierta que el DVR fue       devuelto a la Unidad en Noviembre de 2015, es decir, un mes antes           de que se produjera la fuga".
Luego dijo a EL DIA que "si el DVR hubiese sido retirado de la           Unidad para que se fuguen, no se comprende porqué fue                 devuelto un mes antes. Además, dejé de ser funcionario el día                     9 de diciembre de 2015, de modo que al momento de los hechos no       tenía ninguna injerencia sobre el Servicio Penitenciario. En               cuanto al motivo de la incautación y preservación transitoria del           DVR en la sede del Ministerio, también fue explicado           detalladamente, y tuvo su origen en el hecho de que el 14 de             octubre de 2015, se conoció una denuncia gravísima contra                       el por entonces candidato a gobernador, en la que se afirmaba que       éste había enviado a un abogado a 'apretar' a los detenidos al             penal, y que ese 'apriete' estaba filmado por las cámaras de       seguridad". Por último refirió que "como subsecretario, y por la         enorme repercusión pública e institucional de la denuncia, tenía               el deber de preservar la prueba, tal como hice. Todo esto lo                 saben quiénes intentan descargar su responsabilidad                     evidente mencionando hechos que nada tienen que ver con la misma".
Fuente: Diario El Día

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