2/1/20

Monseñor Hugo Manuel Salaberry: “Ha sido un año durísimo”

“Si en los últimos tiempos percibimos como enemigo al hermano que camina al lado nuestro, entonces éste año les pido que lo vea como hermano, como amigo mejor todavía».
El Obispo, quien transmitió un mensaje de amor hacia la comunidad e              hizo una autocrítica como sacerdote.
Está terminando el año y son tiempos de reflexiones para todos.
Destacó en su discurso que observa que "si en los últimos tiempos     percibimos como enemigo al hermano que camina al lado nuestro,          entonces éste año les pido que lo vea como hermano, como amigo mejor todavía".
"Ha sido un año durísimo"
En primer lugar, el sacerdote sostuvo que "cada año tiene la gracia de                  la providencia, lo que nos permite este ciclo de vida para la persona          humana. Tenemos que dar gracias por este año que ya pasó, gracias a          Dios, ha sido un año durísimo. Ésta última parte sobre todas las cosas                o se manifestaron con más claridad algunas cuestiones que tenemos los argentinos".
De la misma manera, Salaberry agregó que "entonces si vamos por el año        eso nos identifica la acción de gracias, y además nos hermana. Creo que          hay cosas que tenemos que rever. La Navidad, en cuanto al Dios, hecho hombre y nacido en un lugar pobrísimo algo nos tiene que decir a todos,        pero en particular a la familia argentina y más aun a la familia azuleña".
Ejemplificó que "esto de la heladera solidaria por ejemplo. Es decir digo          con vergüenza que tenemos una heladera solidaria -que ahora no está en Catedral sino en Lourdes- porque si hay gente que no tiene que comer deberíamos ser más generosos, todos, debería interpelarnos esta gente          que va a buscar comida ahí. Eso es claramente un mensaje que hablan              de algunas iniquidades sociales, económicas y políticas. Entonces hay            que ponerse de acuerdo para pensar en un bien común para todos".
En cuanto a lo social expresó que "el pesebre nos obliga a terminar con              el lenguaje 'ellos- nosotros', sean quien sea ellos y nosotros".
"En cuestiones económicas deberíamos ser más generosos", sostuvo.
Amplió "nuestra familia tiene miembros que necesitan más de los demás.          Es cuestión de pedirle a la providencia que nos ayude a ser generosos              con los demás porque es la religión. La religión es la única que puede    hacernos hermanos. El despertar político siempre hace que haya amigos            y enemigos, no adversarios sino enemigos. La alianza económica es solo alianza cuando dure el negocio y la social está más emparentada con la religiosa pero aun no alcanza porque hay diferencias, o de cultura, de generación, entre otras. Entonces lo único que puede superar estas        diferencias es religarse a la religión. Entonces nace el Señor pobre en          Belén y tenemos que mirar ahí: los padres sirviendo al niño y los        trabajadores viendo esa fiesta, ese milagro".
Asimismo agregó que "se junta todo, incluso los ricos, el pesebre es para todos, los pobres no desentonan en el pesebre".
Entonces, "eso es lo que yo digo de este año: que la iglesia nos pueda religarnos como familia. Me refiero a la iglesia Argentina Diocesana y      Azuleña".
Vocaciones sacerdotales: "tiene que haber un llamado"
En segundo término fue consultado sobre las vocaciones sacerdotales.      Contó que ocurre con esta petición que, por lo general, se realiza en                  las misas carismáticas.
"Creo que tiene que haber un llamado para encaminarse en la vida        sacerdotal. No obstante, son varios los motivos por lo que los hombres            no lo eligen o lo eligen poco. Tiro algunas ideas: probablemente hay una        que nos afecta más a los curas y a mí en particular, que nuestro discurso          no es lo suficientemente atractivo para que los jóvenes se adhieran a eso.        Es probable que sea una vocación de perfección, por así llamarlo, pero        puede ser de perfección al pecado. Acabadamente lo conoce la gente              por los escándalos que hay. Entonces la elección tiene que estar, la        atracción, un llamado personal y de nuestra parte cuidar ese llamado.                De todas formas creo que el Señor siempre sigue llamando. Quizás en            este momento la vocación de consagrados compite con otras vocaciones        muy atractivas también. Respeto los pasos que son de Él".
Para terminar, expresó "a los seguidores les deseo un muy buen año              2020, que pongamos todas las fuerzas en ello".
"Si en los últimos tiempos percibimos como enemigo al hermano que        camina al lado nuestro, entonces éste año les pido que lo vea como        hermano, como amigo mejor todavía".
Mi bendición para todos”.
Diario El Tiempo.

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