Mientras recibía cerca de 200 denuncias diarias contra violadores de la cuarentena en su turno con el juez Luis Rodríguez, la fiscal federal    Mangano tuvo que preocuparse por la basura en el teléfono. El 19 de      marzo último, Mangano le envió un oficio a área de Ciberdelincuencia          del Ministerio de Seguridad de la Nación. Detallaba lo que creía ella un posible delito de acción pública, una cadena de WhatsApp. La cadena            no pedía rezar por alguien o algo, o tenía fotos de gatitos, sino que        hablaba de cosas gravísimas.
“Gobierno decreta crisis nacional por cuarentena, no se podrá circular después de las 15 horas por coronavirus", decía su primera línea. El    anuncio no solo anunciaba el toque de queda, sino el traslado        compulsivo a centros de salud a cualquiera que tuviese un mínimo de            38 y medio de temperatura. Era, en sí, el escenario del desastre en la Argentina. Y era todo falso.
La cadena no venía sola. Tenía también un link al Boletín Oficial,            además de un número de teléfono.