2/5/20

“Solo tenemos cinco panes y dos peces”

Fundación Esperanza Alvearense
 Esta Carta está dedicada a toda la gente solidaria de nuestra Comunidad
Esta carta comienza con un versículo de la lectura de la multiplicación              de los panes (Mt.14,31-21) Jesús se retira a un lugar solitario, porque          recibió la noticia de que su primo Juan el Bautista había sido asesinado.      
Pero cuando la gente vio a Jesús, todos corrieron tras de él, porque        sienten” todo tipo de necesidades, y Jesús se olvidó de sí mismo,                  actúa y da el ejemplo.”
En estos días de cuarenta hemos visto en nuestro país, en los distintos      medios de comunicación y en carne propia, escenas, que jamás              teníamos pensado, ni pasó por nuestras mentes. Pero dentro de todo el desastre que ha provocado esta pandemia, reconforta ver la capacidad              de nuestra gente en solidarizarse ante esta prueba, y lo mejor de sí que              no es la (bronca ni el insulto, que fueron quizás nuestras primeras      reacciones), pero  si fueron las de ofrecer nuestras manos para              ponernos a trabajar.
Ojalá con el paso del tiempo no se nos borre nunca la imagen de un            pueblo que en silencio, con dolor, con los lógicos miedos se animó,                dejó de lado su propio interés, dejar de lado (sin olvidar), por un                momento nuestros problemas, y ponernos unos con otros ante            situaciones que necesitan ahora más que nunca de nuestros corazones              y manos, y quizá a lo mejor coincida con el modo de empezar a resolver nuestros propios problemas.
¡Pero porque necesitamos que nos sucedan este u otro tipo de            situaciones, para salir de nosotros mismos! Ver , y veremos muchos hermanos/as nuestros me parece a mí por un largo tiempo con            situaciones límites, que van a necesitar de “manos” que lleven el “pan material”, el “pan espiritual”, un abrazo, un gesto cariñoso, una palabra              de aliento, acompañar y acompañar. Debemos intentar dejar de        preguntarnos ¿Quién soy?, para comenzar a preguntarnos:¿Qué ‘puedo      hacer por los demás?.
Cada uno de nosotros es responsable del hambre del otro: sea de            amistad, pan material, comprensión, justicia, de caricia, de servicio, para        que así vayamos suavizando el dolor. De ahora en mas no podremos      hacernos los distraídos, de todos aquellos de antes y de ahora, que se            nos acercan o llaman, porque están al límite. El este relato del Evangelio          de la multiplicación de los panes, que no nos vaya a pasar la tentación            que tuvieron los discípulos, cuando vieron tanta gente con todo tipo de hambre, que dijeron a Jesús, que los mandara a otro pueblo a comprar      comida, tuvieron “la tentación de sacarse la gente de encima”, le decían              a Jesús que era un exagerado. Ellos en su mente, pensaron, pero,¿ sino tenemos más que cinco panes y dos peces? Y el Señor les dijo”¡ TRAIGANMELOS”, y es aquí donde se produce el milagro, los panes y              los peces en manos de los Discípulos producen el milagro hecho por el      Señor. Claro que era una desproporción entre los cinco panes y dos            peces y los cinco mil hombres, mujeres y niños que había allí, era          imposible dar a tantos. Y ayer como hoy, Dios nos invita a CONFIAR,                  en nuestras capacidades, en nuestra forma de organizarnos, en nuestros desvelos, en nuestras manos, para que ante esta multitud de hoy en día            en nuestra Patria, ocurra EL MILAGRO NUEVAMENTE. Pero ante            semejante magnitud del problema social y económico:¿qué son mis dos    manos para siete panes y dos peces?¿qué puede mi capacidad de          consuelo frente a tanto dolor?
Pero nuestra respuesta la tenemos en el corazón, que nos dice:        INTENTELO, aunque parezca todo perdido, porque lo que importa no                  es cuánto se dé o se tenga. Importa que se dé. No importa que sea poco,        pero sí que se todo, sin reserva. Dios hace milagros no con mucho, pero            si con todo, aunque sea muy poquito. Si sacamos cálculos, no lo vamos              a dar, porque es una “locura”, si lo administramos prudentemente, seguramente daremos “cinco panes y dos peces”, Pero si entregamos    nuestras manos en las manos del Señor, si ponemos nuestras manos al servicio de los demás, con todo lo que esto implica y acarrea, nos        llevaremos seguramente una sorpresa de parte de Dios, de lo que somos capaces de hacer.
Queridos vecinos:
Seguramente en este tiempo en el que solemos reflexionar más en          nuestros corazones los que nos está pasando, nuestro corazón nos esta ‘diciendo: “mis manos, tal vez, lastimadas y heridas por mi vida personal      igual dieron vida, saben del milagro de repartir el pan. Porque no se          cerraron (a pesar de mis problemas), porque no se cuidaron, porque se      dieron. Porque dos manos junto a otras y otras y un  corazón puesto al    servicio de Dios y del que la está pasando mal, son más poderosas, que            la pandemia que estamos padeciendo, ojalá que esta lección que nos              está dando la Vida, hayamos sepultado para siempre la INDIFERENCIA.
¡¡¡¡GRACIAS, GRACIAS!!!!!!                                                    
FUNDACION ESPERANZA ALVEARENSE
                                                           Por vos, por nosotros, por todos
                                                                                         2/5/2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario