29/10/20

 «Los Huracanes» de General Alvear

CON LA FUERZA DE UN HURACÁN

Por Lis Solé

La década del 60, fue una revolución en la música: El Club del Clan, La       Joven Guardia y tantos otros revolucionarían la música de las Orquestas típicas con sabor a milongas, tangos y paso dobles. Fueron años en que       toda la música estaba de modapara escuchar, cantar y bailar. D´Arienzo, Sobral, Palito Ortega o Gustavo Dichón, y entre ellos “los conjuntos” como “Los Poders”, “Sonido 5” y “Los Huracanes”, tres orquestas alvearenses      que hicieron bailar a toda una generación.

 

DESCENDIENTES DE “ROD MARTIN Y SUS ESTRELLAS”

Cuando el grupo de Rodolfo Martínez llamado “Rod Martin y sus estrellas”       se disolvió, seis jóvenes de menos de 20 años decidieron seguir el            camino de esas estrellas, y con los mismos instrumentos y cumpliendo          con los contratos realizados por Martínez se iniciaron “LOS HURACANES”.

Fue en el año 1968 cuando les compraron todos los instrumentos y        formaron un grupo que hizo música en el pueblo, en bailes de las            escuelas y en muchos pueblos vecinos. Los que venían con todas las         ganas y la “fuerza de los huracanes” eran Cacho Herrera, Naldo          Menchaca, José Luis Troppiano, Osvaldo Tenaglia, Luis Ponce y Roberto Orchiani.

TOCANDO CON “LOS IRACUNDOS”

“Cacho” Herrera tocaba el órgano, Luis Ponce la guitarra, Naldo              Menchaca el bajo –que era de Azul, primo de Mariné-; Roberto Orchani,          hijo de Ramucho tocaba la guitarra; José Luis Troppiano era el cantante              y Osvaldo Tenaglia, batería. En esa época, “Los Iracundos” estaban en          bien el grupo ya venía fogueado de escenarios, la noche con Los            Iracundos hicieron temblar a los muchachos. El gran baile fue en el Prado Español y “Los Huracanes” compartieron el escenario. En la parte que los Iracundos hacían el intervalo, tocaban los conjuntos alvearenses y esa        noche, todos compartieron una cena de camaradería inolvidable.

El tema Puerto Montt, composición de Eduardo Franco y Cacho Valdez,            fue sin duda la canción emblema del grupo, siendo grabada el 16 de          octubre de 1968 en los estudios de la RCA en Argentina y presentada                en el II Festival Buenos Aires de la Canción el 11 de noviembre de 1968               y grabada nuevamente en 2018 en el revival que hicieron los Poder´s                  en 2017.

A HACER MÚSICA PARA TODAS LAS EDADES.

“La Joven Guardia”, “Sabú”, Los Náufragos, Sandro, Palito Ortega, Fabio, Heleno, Nicola Di Bari se escuchaban en todos lados y “Los Huracanes”        con menos de 20 años, hacían música para la juventud pero, cuando iban          al campo, también debían tocar tangos, rancheras, milongas y paso dobles porque en ese entonces a los bailes iban tanto los jóvenes como la gente grande así que el conjunto debía tener un repertorio acorde a todas las     edades.

La apertura hacia diferentes ritmos fue realmente curiosa en ese período     donde se mezclaba el boom del rock nacional, el rock internacional, el        tango, la milonga, el folklore y la música de “la nueva ola”. En ocasión de     estar en Espigas, compartieron escenario con el gran payador Gustavo Guichón, considerado uno de los intérpretes más importantes de la tonada        y la payada, participante constante de las noches de Cosquín y Jesús          María. Y todo esto, entre las canciones de Creedence que “Los Huracanes” tocaban en forma instrumental. Realmente, una capacidad tremenda de      respeto y cultura musical.

COMPARTIENDO ESCENARIOS CON LOS GRANDES

Tuvieron oportunidad de actuar con los grandes como la vez que vinieron      “Los Iracundos” y también con la Orquesta de D´Arienzo, con Jorge            Sobral y Dumas.

Estuvieron con la Orquesta de D ´Arienzo en Saladillo, en una cena           privada exclusiva para los Médicos y, en un gran baile en el Salón de la Sociedad Rural, se presentaron junto a Jorge Sobral y Enrique Dumas.         Ellos hacían los intermedios con “música más moderna” y la orquesta            con los tangos y milongas.

Todo eso fue en el año 1968. En esa época “se tocaba”, había que tocar          todo. No se podía hacer mímica y tal como recuerda Osvaldo Tenaglia              “si fallabas, fallabas”, no había una banda sonora grabada para poder improvisar encima.

LA VESTIMENTA CON MOÑO Y CHABOT

Una de las características principales de estos grupos fue la importancia            que le daban a la vestimenta y el composé que hacían entre los músicos y          los cantantes con trajes de colores. “Los Huracanes” tenían pantalón gris,    saco bordó con solapa negro, la camisa tenía un “Yabot” en el cuello con    moño y los zapatos eran de gamuza marrón. El cantor, para distinguirlo del grupo, igual pero con el saco negro con solapa bordó. Los sacos fueron confeccionados por la “Ñata” Zappacosta de Severino que vivía sobre la        calle Perón y cerca de lo de “Cacho” Herrera.

Sus historias se replican en cada baile y viaje que hacían en una rambler       azul de “Tete” Aramendi que oficiaba de remisero y chofer.


Y LLEGÓ EL MOMENTO DE HACER “LA COLIMBA”

El grupo estuvo unido casi dos años hasta 1970, y durante su trayectoria      muy exitosa por cierto, participó Alberto Pedano en reemplazo de Luis      Ponce.

Se presentaron en Azul, Cacharí, Velloso, Las Flores, Del Carril, Saladillo, Norberto de la Riestra, Valdés, Pedernales, Tapalqué, Espigas recibidos           con alegría porque supieron demostrar su valía y calidad arriba de los escenarios pero llegó el momento de “ir a la colimba” y Troppiano,        Menchaca y Orchani marcharon al Servicio Militar lo que produjo la       disolución del conjunto.

A pesar de que estuvo la intención, nunca más volvieron a reunirse. Cuando regresó Cacho Herrera a Alvear, intentaron volver a reunirse pero Orchani    vivía en Buenos Aires, no sabían el paradero de Naldo Menchaca y Luis     Ponce residía en Olavarría lo que hacía imposible los encuentros para ensayos.

“Los Huracanes” un grupo juvenil de la década del 60 que supo quedar         con honores en los anales de la música alvearense.

Agradecimiento: Esta nota fue posible gracias a la amabilidad y memoria            de Gloria y Osvaldo Tenaglia.

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