10/6/22

 El gobierno porteño prohibió el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas

La medida alcanza tanto a colegios públicos como privados de          los tres niveles obligatorios. Ordenaron que no se usen más expresiones con la “e”, la “x” y el “@” en el aula y en comunicaciones con las familias.

El gobierno porteño prohibió el lenguaje inclusivo en las escuelas, puntualmente aquellas expresiones que incluyen la “e”, la “x” o el “@”        como “chiques”, “bienvenidxs” o “alumn@s”. Lo hizo a través de una resolución que acaba de llegar a los colegios y que empieza a regir desde        hoy mismo, aunque reconocen que será un proceso gradual hasta que se refleje en su totalidad.

La medida alcanza tanto a las escuelas públicas como a las privadas de la Ciudad y a los tres niveles obligatorios (inicial, primaria y secundaria). “Establézcase que en el ejercicio de sus funciones, los/as docentes          deberán desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las    comunicaciones institucionales de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza”, ordena la norma.

De acuerdo a lo que explicaron, la resolución apunta a eliminar todas las barreras y distorsiones del lenguaje tanto en la enseñanza de parte de los docentes, como en las comunicaciones formales con las familias y en los carteles que se encuentran en el establecimiento. En concreto, todas las expresiones con la “e”, la “x” y el “@” quedan prohibidas más allá de en diálogos informales como en los recreos o en las salas de profesores.

“Sabemos que el lenguaje va mutando y no somos ajenos a eso, pero ese      tipo de distorsiones generan dificultad para aprender las reglas        gramaticales y básicas de la lengua. Es algo que venimos trabajando con especialistas y si bien no hay evidencia porque aún todo es muy nuevo, coincidimos en que va en contra del aprendizaje. Nosotros tenemos la obligación de enseñar el uso correcto de la lengua. Después los chicos            son personas libres y pueden adecuarlo como crean conveniente”, señaló Soledad Acuña, ministra de Educación porteña.

La semana pasada, la cartera educativa presentó los resultados de dos evaluaciones -FEPBA y TESBA- que se tomaron en séptimo grado y              tercer año. Los resultados no fueron buenos, en especial en comprensión        de textos, área en la que se produjo un retroceso de casi 4 años. La      regulación del lenguaje inclusivo, dicen, se enmarca dentro de un paquete        de medidas para mejorar la alfabetización y comprensión de los chicos,        entre los que destacan la extensión del calendario escolar, el cambio en              el método de enseñanza de lengua y un nuevo plan de fluidez lectora.

Para Acuña, la presencia del lenguaje inclusivo en las escuelas no es      marginal. Al contrario asegura que está cada vez más presente, en            especial en los carteles que se despliegan en los colegios y considera “ambientes alfabetizadores que, en lugar de reforzar la adquisición del lenguaje, generan confusión”.

Dentro de los fundamentos de la resolución, citan a la Academia              Argentina de Letras que recomienda que se “preserve la enseñanza                    de la lengua en todos los niveles educativos si se desea que los alumnos escriban con cierta fluidez y corrección y, sobre todo, comprendan lo que            lean y escriban”. Del mismo modo, la Real Academia Española sostiene            que las expresiones inclusivas son ajenas a la “morfología del idioma”.

De la mano con la norma, el ministerio distribuyó entre las escuelas una          guía destinada a cada nivel para que los docentes y directivos tengan un    marco de referencia a la hora de trabajar la inclusión desde el lenguaje.            Allí recomiendan, por ejemplo, que en vez de “chiques” se diga “los              chicos y las chicas” o referirse a “las familias” en lugar de “los padres”.

Ante la consulta sobre cómo controlarán la aplicación de la medida, la      ministra dijo que “no habrá una caza de brujas”, que apostarán al        compromiso de supervisores, directivos y docentes para que          paulatinamente los grafemas como la “e”, la “x” o el “@” dejen de            aparecer en el aula y en las comunicaciones con las familias.

Hasta el momento, ninguna jurisdicción de la Argentina había regulado              el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas. A nivel internacional, sí se cuentan dos experiencias. Uruguay, a través de una circular para todas              las escuelas del país, dispuso que las expresiones inclusivas siempre se    deben ajustar a las reglas del idioma español. Francia, por su parte, desaconsejó el uso de la llamada escritura inclusiva ya que “constituye              un obstáculo para la lectura y la comprensión de la palabra escrita”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario