25/2/23

 Condenaron a Néstor Hirtz por Homicidio simple con dolo eventual

El jurado halló culpable al estanciero por el crimen de Tomas Echegaray.




En horas del mediodía en los tribunales de Azul, y luego de los alegatos de las partes, el jurado dio a conocer su veredicto y declaró culpable a Néstor Hirtz por el delito de homicidio simple con dolo eventual. Ahora resta    esperar que la jueza, la semana próxima, decida cuál será la pena que se        le aplicará por la muerte del joven Tapalquense Tomás Echegaray.

La fiscalía pidió 15 años mientras que la defensa pidió la pena mínima.

En el día de ayer el estanciero declaró y comenzó diciendo "Quiero pedir      mil perdones a la familia, a la mamá de Tomy, por lo sucedido".

En un principio el acusado no iba a declarar, ya que sus abogados defensores habían optado durante la segunda jornada del debate la grabación de lo que, días después a que quedara detenido por la muerte      del joven tapalquense, a fines de julio de 2020, Hirtz contó al ser indagado      en sede judicial por el Fiscal que instruyó el sumario penal.

Pero a poco de que había comenzado a proyectarse, la defectuosa calidad del audio de dicho registro fílmico hizo que los defensores del imputado desistieran de continuar exhibiendo esa declaración al jurado y a todos          los demás presentes en la sala ubicada en el tercer piso del Palacio de Justicia local.

Tras un cuarto intermedio, finalmente los abogados Ricardo Boucherie y Juan Carlos Scirica le anunciaron a Alejandra Raverta -la jueza del TOC 2    que está interviniendo en este proceso- que su representado iba a        declarar.

De esa manera, sentado frente a esos doce ciudadanos que lo estaban juzgando, Hirtz comenzó a dar su particular versión de aquel suceso que tuviera como víctima al joven de 26 años que era amigo de sus hijos. Un hecho ocurrido en las primeras horas del domingo 5 de julio de 2020 en          la casa de Tapalqué donde el estanciero vivía y que, según volvió a decir ahora, intentó ser una broma.

Entre sollozos y llorando, al principio de su declaración el hombre se      mostró acongojado por lo que fuera su accionar ese fatídico día. Y contó      que cuando en su mano izquierda tenía un "pulverizador" con alcohol y        en la otra un revólver de alto poder de vulnerabilidad y de grueso calibre      que estaba cargado, lo único que perseguía con dicho accionar era        hacerle una broma a Tomás.

Ese día domingo, alrededor de la hora dos, Echegaray había llegado a la     casa de Hirtz para ver a Estanislao, uno de sus hijos. Lo hizo en su auto          y acompañado por ese otro joven que declarara durante la primera jornada de este juicio, quien contó la manera en que la víctima del hecho, ni bien la puerta de ese inmueble se abrió, recibió el disparo que atravesó su región abdominal y horas más tarde le produjo la muerte, cuando en una ambulancia era trasladado desde el Hospital de Tapalqué al Pintos de Azul.

Tras ese pedido de disculpas manifestado al principio de su declaración entre lágrimas y sollozos a los familiares de Tomás presentes en la sala, posteriormente su rostro mutó a uno bien distinto cuando Laura        Margaretic -una de las fiscales que interviene en el debate- prácticamente mantuvo un ida y vuelta con él en busca de que pudiera brindar mayores precisiones sobre aquel accionar que desarrollara cuando mató de un      balazo con un revólver del tipo "Magnum" calibre 44 a quien, según el      propio Hirtz afirmó, consideraba como uno de sus hijos. Alguien al que, además, conocía desde niño teniendo en cuenta esa amistad que sus        hijos tenían con Tomás Echegaray.

Hirtz habló de una cena que la noche anterior a que le disparara al joven mantuvo en su casa con conocidos, donde reconoció haber consumido bebidas alcohólicas; aunque posteriormente afirmó que eso no le impidió estar lúcido cuando cometió este homicidio surgido de lo que fuera semejante broma. Algo por lo cual también le había dicho a su hijo    Estanislao -otro de los que declaró en la jornada inicial de este juicio-         que no bien llegara Tomás a su casa y la puerta se abriera él iba a estar esperándolo con el rociador con alcohol en una de sus manos y con el revólver en la otra.

"Se me disparó el tiro", afirmó durante ese testimonio en el que no       faltaron preguntas que tuvieron que ver con diferentes aspectos relacionados con las armas de fuego que coleccionaba, su afición por la    caza mayor y, también, incidentes ocurridos tiempo antes a que cometiera este homicidio, los cuales el estanciero negó que hayan sido de la manera    en que los contaron testigos que pasaron por este juicio.

Aquellos incidentes aludían a situaciones por medio de las cuales, armado, fue visto por personas efectuando disparos al aire y también a los pies o en cercanías de quienes se convertían circunstancialmente en los blancos de sus presuntas bromas.

En contraposición a lo que esos testigos contaron en el debate, Hirtz        negó haber cometido aquellos episodios en los que era común verlo manipulando armas de fuego, algo que él intentó justificar apelando                  a su condición de hombre de campo.

De hecho, el día que le disparó a Tomás, en la camioneta en la que uno de sus hijos trasladó al joven al Hospital de Tapalqué luego sería hallada otra arma de fuego: un revólver calibre 38 que en ese entonces también estaba cargado y que durante el debate la parte acusatoria ha exhibido a testigos que declararon.

"Perdí la noción de todo en ese momento", dijo el estanciero   inmediatamente después a que hiriera de muerte a Echegaray.

Para cuando este hecho se produjo Néstor Félix Hirtz estaba en pareja        con una policía. Y según contó en el debate, fue a ella a quien primero   acudió para contarle lo que había sucedido, en la previa a que aquella madrugada del domingo 5 de julio de 2020 fuera al hospital donde estaba siendo asistido Tomás y después quedara aprehendido.

"Se me escapó un tiro, le pegué a Tomy", afirmó que le dijo a esa mujer policía cuando acudió a pedirle ayuda, lo cual sucedió mientras la víctima      ya estaba hospitalizada.

Sin dejar de reconocer que el arma que empuñaba era "bastante sensible", Hirtz afirmó también que creía tener el control sobre ese revólver cuando "por reflejo" efectuó el disparo en vez de -tal como dijo que era su     intención en el marco de esa broma que había ideado- rociar con alcohol,     en plena emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, al amigo         de sus hijos.

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